La música para el baile de fusiones bancarias sigue sonando desde hace más de un año, pero las parejas no están definidas, salvo las de Bankia y BMN, separadas por las limitaciones impuestas en Bruselas, y las conversaciones previas de Popular y Sabadell. "El papel del Banco de España no es imponer estrategias concretas, pero […]
Dirigentes Digital
| 17 jun 2016
La música para el baile de fusiones bancarias sigue sonando desde hace más de un año, pero las parejas no están definidas, salvo las de Bankia y BMN, separadas por las limitaciones impuestas en Bruselas, y las conversaciones previas de Popular y Sabadell. "El papel del Banco de España no es imponer estrategias concretas, pero las fusiones pueden ser una oportunidad para generar beneficio al accionista y dar estabilidad al sistema", ha dicho Fernando Restoy, subgobernador del supervisor, durante su intervención en el curso de verano de Economía de la Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE) en la Universidad Menéndez Pelayo.
Al supervisor le sigue preocupante la escasa rentabilidad del negocio y la presión de los márgenes provocada por la actual situación de tipos extremadamente bajos. Restoy ha apuntado ante esta necesidad a las entidades más pequeñas y débiles. "Deberían valorar las fusiones como una de las opciones para responder a las dificultades", ha deslizado.
Las entidades más pequeñas con menor acceso a la economía de escala están mostrando niveles más bajos de rentabilidad y eficiencia que los gigantes del sector, preocupando al Banco de España a medio plazo sobre su supervivencia. Tanto el BCE como el Banco de España, piensan en la fórmula de que las entidades más grandes absorban a las más pequeñas para ganar aún más tamaño y poder generar sinergias para reducir costes y ganar eficiencia.
Restoy ha explicado que el retraso en producirse las fusiones es "porque depende de muchos factores, como la capacidad de crear valor, las condiciones del mercado y la incertidumbre regulatoria". Para el subgobernador es normal que se espere a un "momento más oportuno" en el que el sector ofrezca más atractivo.
Ha indicado que este proceso solo afectará a unas cuantas entidades porque no sobran muchas, después de producirse un ajuste mayor en los años previos. Para el número dos del Banco de España la opción más deseable es que se produjeran operaciones "paneuropeas" con entidades fuera del país para reforzar el proyecto de unidad bancaria y se diversificara el riesgo. "Supondría un mecanismo privado de mutualización del riesgo con el resto de países rompiendo el vínculo de la economía con el sistema financiero", ha señalado Restoy. Aunque ha admitido que existen problemas para que se dé esta situación, porque gran parte de las entidades europeas no están cotizadas y dependen de sectores nacionales industriales que "obstaculizan la entrada de competidores extranjeros".