Abengoa quiere dejar claro a acreedores y accionistas que si sigue operando puede valer más que si se opta por la liquidación. Esta nueva Abengoa, subrayan, tiene un valor "siete veces mayor en operación que en liquidación" por lo que esta vía ofrece el "mayor potencial valor" para todas la partes. En concreto, tras la […]
Dirigentes Digital
| 17 feb 2016
Abengoa quiere dejar claro a acreedores y accionistas que si sigue operando puede valer más que si se opta por la liquidación. Esta nueva Abengoa, subrayan, tiene un valor "siete veces mayor en operación que en liquidación" por lo que esta vía ofrece el "mayor potencial valor" para todas la partes. En concreto, tras la puesta en marcha del plan de viabilidad presentado a los acreedores, que todavía tiene que ser negociado, su valor neto se situará en 5.395 millones de euros.
El plan prevé una "nueva Abengoa" con un negocio capaz de generar 1.000 millones de euros de caja entre 2007 y 2020, un impacto positivo derivado de desinversiones de activos no estratégicos de 473 millones en 2016-2017 y la salida de proyectos con altos requerimientos de efectivo, lo que reducirá sus necesidades de caja en 2.095 millones en el mismo periodo. El plan, que se ha hecho tras analizar toda su cartera, centra la actividad del grupo en ingeniería y construcción, centrados en proyectos llave en mano que creen valor con las menores necesidades de capital.
En cuanto a la forma de financiar sus proyectos, deberán tener una estructura de 70 % deuda y 30 % capital, y la compañía mantendrá un tercio de ese capital buscando socios para el resto. Asimismo, la compañía cifra sus necesidades de liquidez para este año en 826 millones de euros, derivadas de la puesta al día de la actividad tras la reestructuración y completar una serie de proyectos seleccionados. A esto se sumarían 304 millones de euros para 2017.
En la presentación, la compañía andaluza también hace referencia a la "vieja Abengoa" de la que destaca su liderazgo en la ingeniería en energías limpias y su capacidad de generar negocio pese al "significativo impacto" de los cambios regulatorios y la situación inestable de algunos de sus mercados clave. Pero el modelo de negocio de esa vieja Abengoa, reconocen, era muy intensivo en capital lo que terminó en un endeudamiento que llevó al concurso.
De acuerdo con los datos de los nueve primeros meses de 2015, la deuda de Abengoa alcanzó los 8.904 millones de euros frente a unos ingresos de 4.872 millones y un ebitda de 891 millones. Unas cifras que situaban la relación entre ebitda y deuda bruta en 9,9 veces y que llevaron a la compañía a presentar el preconcurso de acreedores.
A partir de ahora, y para evitar el que sería el mayor concurso de la historia, Abengoa y sus acreedores cuentan con algo más de un mes, hasta el 28 de marzo, para encontrar una solución financiera que haga finalmente viable este modelo industrial presentado ayer por la empresa andaluza.
Esta reestructuración financiera debe abordar la fuerte reducción de la deuda que en esa nueva Abengoa rondaría los 3.000 millones frente a los cerca de 9.000 actuales. Sobre la mesa se insinúan varias vías para reducir esos 6.000 millones de deuda: quitas (que la banca rechaza de entrada), capitalización de la deuda, préstamos participativos a largo plazo o una combinación de varias que, al final, terminará previsiblemente dando el control de esa nueva Abengoa a bancos y fondos.