Con Abengoa se cumple la máxima de Keynes, "si te debo una libra tengo un problema, si te debo un millón lo tienes tú". Los bancos se encuentran con un problema millonario con la compañía andaluza con una exposición de 20.200 millones.
La deuda de Abengoa, incluida la deuda de los Project finance sin recurso a compañía, es de 9.804 millones de euros a cierre de junio de 2015. De aquí, más de 4.500 millones de euros es deuda de mercados de capitales (bonos, bonos convertibles, papel comercial, bono verde, etc.) Además hay financiación puente con garantía corporativa y que han sido transferidos a pasivos mantenidos para la venta de 507 millones, que hace un total de 10.311 millones, de los cuales 8.460 millones tienen recurso a Abengoa. El resto es financiación al circulante de la empresa.
Buena parte del sistema financiero español está expuesto a la compañía de una u otra manera al haber financiado el 20% del pasivo total de la compañía. Sólo
BBVA se encuentra fuera de los afectados. El más pillado es
Santander con mil millones en líneas de financiación, 125 millones con préstamos corporativos y 381 millones con financiación a proyectos concretos. Le siguen
Bankia con 587 millones,
CaixaBank con otros 570 millones,
Sabadell con 387 millones,
Popular con 334 millones y
Bankinter con 210 millones.
También está afectado el ICO (Instituto de Crédito Oficial), el instrumento de financiación del Estado, con 161 millones. El Estado asume una exposición de casi 800 millones, teniendo en cuenta que Bankia , controlada en un 63% por el FROB a través de BFA, y la Compañía Española de Seguros de Crédito a la Exportación, tiene una exposición de 49 millones de euros.
Una vez que Abengoa declare el preconcurso de acreedores las entidades deberán provisionar el 25% que se verán reflejados en sus cuentas. Si no hay acuerdo entre la empresa y los acreedores las provisiones se elevarán al 100% hasta que se resuelva el concurso de acreedores.
El concurso de acreedores se podría precipitar antes de los cuatro meses que establece la Ley concursal. A final de año tiene vencimientos de deuda de 632 millones. La ampliación de capital anunciada en agosto de 650 millones iba destinada en parte a sofocar los compromisos financieros. El concurso de acreedores sería una de las opciones para retrasar el pago de la deuda y que Abengoa se garantizase la continuidad operativa, antes de caer en insolvencia.
Según Bloomberg, la compañía ha informado a sus bonistas que se agrupen en un comité de negociación para abordar renegociar las condiciones de los productos. Las malas noticias se acumulan en la compañía.
La empresa ha informado al supervisor bursátil estadounidense (SEC) que Javier Garoz, el máximo responsable de Abengoa Yieldco, la filial del grupo andaluz en EE UU que cotiza en Nueva York, abandona el grupo. La sociedad, formada por unas 650 empresas con distinto tipo de vinculación, no ha explicado los motivos de la salida de Garoz, que será sustituido por Santiago Seage, el actual consejero delegado de Abengoa.
Desde el pasado mes de mayo, la compañía sufre una fuga de directivos. El pasado mes de mayo dimitió por motivos personales su anterior consejero delegado, Manuel Sánchez. También ha salido Eduard Soler, el director financiero Abengoa Yield que abandonaba la empresa por motivos personales. Manuel Fernández Maza, del área financiera de Abengoa USA; Francisco Lebrero y Paulina Jung, del área financiera; Barbara Zubiría, de relaciones con inversores, y Enrique Barreiro, de desarrollo de negocio, también renunciaron a sus cargos.