Abengoa está en boca de todos una vez que tiene la soga al cuello. La compañía ha entrado en campaña política a falta de tres semanas para las elecciones y promete provocar un seísmo para el país si finalmente la empresa quiebra. No en vano es uno de los pocos gigantes industriales del país, que da empleo a más de 6.000 trabajadores en España, más de 20.000 en todo el mundo, ha sido emblema de la marca España por todo el mundo y amenaza con convertirse en el mayor concurso de acreedores de la historia de España.
Con el rescate al sistema financiero reciente, que ha costado más de 60.000 millones y del que se va recuperar una ínfima parte, el debate está servido a los pocos días de anunciar el preconcurso. Curiosamente, quienes apoyan abiertamente esta medida son los sindicatos e IU. Cándido Méndez, secretario general UGT, y Alberto Garzón, candidato de IU a las generales, hablan directamente de nacionalización de la compañía.
Tanto como el Gobierno como la Junta de Andalucía, han salido en tropel a respaldar a Abengoa, pero se ha mostrado más cauto. El Gobierno es uno de los principales interesados en reconducir la situación a tres semanas de las elecciones. Según fuentes conocedoras de la negociación entre banca acreedora y empresa, el ICO que tiene una exposición de 587 millones se ofreció a aumentar la liquidez de la compañía para facilitar la entrada de Gonvarri, filial de Gestamp. Y ahora el Ejecutivo mantiene la oferta para salvar del impago a la compañía que a afronta vencimientos de más de 600 millones antes de que finalice el año, lo que podría provocar que la empresa entrara de forma definitiva en concurso de acreedores. De esta manera, se ofrecería una señal de confianza a posibles nuevos inversores con un respaldo estatal.
El ministro de Economía,
Luis de Guindos, ha afirmado que el Ejecutivo no actuará hasta que no se
sepa el verdadero estado contable de la compañía, "a partir de ahí cualquier actuación del ICO (Instituto de Crédito Oficial) y el Gobierno va a ser constructiva teniendo en cuenta también que existen limitaciones europeas para las ayudas de Estado".
El Gobierno tiene previsto abordar los problemas que atraviesa el grupo sevillano en conversaciones con el consejero de Economía de la Junta de Andalucía, "es muy importante buscar un socio industrial" para salvar en los próximos meses a la compañía, ha indicado Guindos.
La ministra de Empleo, Fátima Báñez, ha dicho que el Gobierno "desde el primer momento lo que quiere es ayudar en ese diálogo y en esa búsqueda de una solución para la compañía e instamos a todas las administraciones públicas y a todos los implicados en esta solución de futuro para Abengoa, a que negocien y dialoguen hasta la extenuación porque a una multinacional andaluza como esa le debemos de dar un futuro de esperanza".
El ministro de Industria, José Manuel Soria, ha admitido que la empresa se encuentra en una situación "extremadamente" delicada pero el Gobierno confía en se alcance un acuerdo con la banca. Aunque ha advertido que el Gobierno "está atento", pero es una "cuestión que atañe al sector privado y no estamos en las épocas en las que el Estado puede meter capital en una compañía. Durante las negociaciones de Gonvarri para entrar en Abengoa, la banca española estaba de acuerdo en facilitar nuevas líneas de liquidez a la compañía, pero la banca extranjera que tiene un 80% de la exposición al pasivo de la empresa se negaba a elevar más la deuda de la compañía.
Más clara ha sido la consejera de Hacienda de la Junta de Andalucía, María Jesús Montero, que ha hecho un llamamiento para que las entidades financieras "aporten los recursos suficientes para que los inversores puedan instalarse en Abengoa y apoyarla".