¿Quién observa la actividad en Internet?

¿Cuántas veces, tras buscar algo por Internet, le han bombardeado después con anuncios de este mismo producto o de algunos similares? Este es el funcionamiento de la publicidad contextual, que se basa en su historial de búsquedas para ofrecerle artículos e información que los anunciantes piensan que pueden interesarle.

Tras este sistema de publicidad se esconde una pregunta importante: ¿quién observa la actividad en Internet? La respuesta, según los expertos de Kaspersky Lab, es todo el mundo que pueda hacer seguimiento. Los usuarios se encuentran bajo la mirada de cualquier recurso popular pero los principales vigilantes son las redes de anuncios, sobre todo las principales como Google Adwords, Oracle Bluekai, Atlas Solutions o AppNexus. Tras ellas, se encuentran los medidores de tráfico online y las herramientas de análisis web.

Las redes sociales también son unos buenos espías. No sólo rastrean la actividad de los muros sino que cualquier sitio web con botones o widgets permiten el seguimiento. La clave es conseguir los datos básicos del usuario de la web. El propio navegador ya proporciona la dirección IP, información sobre las versiones del software, la resolución de la pantalla que se utiliza… Toda esta información, que a priori parece inocente, al combinarla supone un buen punto de partida para que el anunciante pueda realizar más acciones.

Las cookies son una buena herramienta para recopilar datos, ya que contienen información sobre las páginas por las que se navega: preferencias, secciones más vistas… También los botones de las redes sociales son un instrumento poderoso a la hora de obtener información. Existen, además, otros métodos más exóticos como el plug-in de Adobe Flash, por ejemplo.

Aunque no existe un método 100% efectivo, Kaspersky Lab, la empresa privada de soluciones de seguridad endpoint, da una serie de sencillos consejos para ayudar a evitar el seguimiento online:

  • Cambiar los ajustes del navegador. Desactivar la opción de seguimiento directamente. De este modo, el navegador notificará a la fuente web que no desea compartir sus datos. Su eficacia es discutible ya que muchos sitios ignoran la indicación de no realizar seguimiento.
  • Desactivar la instalación automática y activar el bloqueo de sitios web sospechosos y pop-ups. También conviene tener activada la verificación obligatoria del certificado SSL.
  • Bloquear las cookies de terceros que pertenecen a redes de anuncios. Sin embargo, estas redes, con la ayuda de algunos trucos pueden transferir las cookies de origen, que son necesarias para iniciar sesión.
  • Usar la navegación privada que ofrece el navegador: al cerrarlo, todos los datos se eliminarán con lo que el seguimiento será más difícil.
  • Limpiar la caché del ordenador.
  • Seleccionar "NO" en los paneles de búsqueda, los ayudantes de búsqueda y cualquier otra extensión que se ofrece al instalar el navegador: se trata de spyware legal.

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