En pocos meses, Cameron ha pasado de ser uno de los mayores euroescépticos de Gran Bretaña a la única opción de mantener a las Islas Británicas atadas al Viejo Continente. Un giro que es difícil de explicar, cuando ha sido el principal responsable de abrir la aspita del referéndum comprometiéndose en sacarlo adelante en las […]
Dirigentes Digital
| 21 feb 2016
En pocos meses, Cameron ha pasado de ser uno de los mayores euroescépticos de Gran Bretaña a la única opción de mantener a las Islas Británicas atadas al Viejo Continente. Un giro que es difícil de explicar, cuando ha sido el principal responsable de abrir la aspita del referéndum comprometiéndose en sacarlo adelante en las recientes elecciones. Tras 48 horas en el Consejo Europeo, el premier británico arrancón un acuerdo a sus socios comunitarios lo suficiente favorable para volver a casa y presentar el éxito logrado. Tan ventajoso para Reino Unido para ser el principal adalid del Reino Unido dentro de la Unión Europea.
Pero en la emotiva puesta en escena llena de pragmatismo para convencer a sus conciudadanos, se ha encontrado el primer escollo dentro de su propio Gabinete. En la estudiada ambigüedad, Cameron ha dado libertad a los miembros de su Gobierno a defender una postura u otra y ha revelado que la mitad de su equipo defenderá fervientemente el Brexit.
Uno de los pesos fuertes del Gabinete, el ministro de Justicia, Michael Gove, tras el Consejo de Ministros anuncio que apoyará la salida del Reino Unido de la UE. Con él son seis miembros los que harán campaña para el Brexit: Iain Duncan Smith, ministro de Trabajo y Pensiones; John Whittingdale, titular de Cultura; Chris Grayling, líder de la Cámara de los Comunes; Theresa Villiers, ministra para Irlanda del Norte, y Priti Patel, de Empleo.
La última encuesta publicada en el país ofrece un escenario dividido pero con un estrecho margen de diferencia para salir del club. El sondeo de la empresa TNS indica que un 36% de los británicos votaría por romper los vínculos con la UE y un 34% se manifestaría a favor de permanecer en el bloque europeo, mientras que un 23% de los entrevistados está indeciso y un 7% asegura que no participaría en la consulta.
En cambio, a la pregunta de si creen que el Reino Unido abandonará realmente la Unión sólo el 28% de los británicos ve probable ese resultado y un 39% cree que no se producirá dicha ruptura. Financial Times en un análisis de las últimas encuestas expresa un empate técnico, con un 41% apoyando permanecer en la UE y un 41% en abandonarla. El restante 18% de indecisos será el objetivo de una y otra campañas.
Ante este escenario, la campaña política que acaba de comenzar será decisiva para decantar el tablero el próximo 23 de junio. El líder de la oposición laborista, Jeremy Corby, ya ha manifestado que defenderá la permanencia en un partido menos fragmentado que el conservador. En los próximos días se espera que líderes de opinión del mundo empresarial, del deporte o de la cultura vayan expresando sus posiciones.