General Motors podría reconsiderar si finalmente realiza la inversión que tenía prevista en Brasil si la situación económica y política no mejora, según declaró el propio presidente Dan Ammann en una entrevista al Diario de S.Paulo. Brasil era hasta hace poco uno de los mayores mercados automovilísticos del mundo. Sin embargo, el sector atraviesa una […]
Dirigentes Digital
| 22 feb 2016
General Motors podría reconsiderar si finalmente realiza la inversión que tenía prevista en Brasil si la situación económica y política no mejora, según declaró el propio presidente Dan Ammann en una entrevista al Diario de S.Paulo.
Brasil era hasta hace poco uno de los mayores mercados automovilísticos del mundo. Sin embargo, el sector atraviesa una profunda crisis y ha reducido la producción un 22,8% solo en 2015. Según la asociación nacional de compañías automovilísticas brasileña, Anfavea, la producción de coches y camiones cayó un 29,3% en enero respecto a 2015 (su mes más bajo desde 2003), y las ventas cayeron un 38,8%, su peor dato en casi nueve años.
Además, la confianza empresarial está dañada por la incertidumbre política y, en general, por la figura de Dilma Rousseff, informa Reuters.
"Espero ver avances políticos y económicos en los próximos seis o doce meses, lo que podría permitir que nos apeguemos a nuestro plan de inversión", declaraba el presidente de GM, Dan Ammann, en una entrevista al Diario de S.Paulo. Según Ammann, si esto no se cumple, la empresa podría "reevaluar" su plan de inversión.
Y es que General Motors anunció el año pasado que pensaba invertir 6.500 millones de reales (1.620 millones de dólares) en nuevos productos y tecnología hasta 2019.
Según Ammann, es muy pronto para saber si GM decidirá cerrar alguna de sus cinco plantas en Brasil. "La pregunta importante es saber cuándo veremos la estabilidad que nos permita seguir invirtiendo. Estamos preocupados porque el ambiente es inestable y el panorama para los próximos años es incierto", afirmó.
El dirigente sugirió durante la entrevista que Brasil podría seguir el ejemplo de Argentina, donde la elección de Macri generó un cambio hacia "políticas favorables a los negocios que están restaurando la confianza de los inversores". "Argentina mostró cómo la situación puede cambiar rápidamente con el liderazgo correcto de la economía", declaró Ammann.