La lucha contra el cambio climático es responsabilidad de todos, de pequeños gestos que reduzcan la huella por las emisiones de gases nocivos a la atmósfera. Pero a la hora de repartir responsabilidades, las grandes empresas energéticas del país se llevan la palma. Sólo diez empresas son responsables del 65% de las emisiones de CO2 […]
Dirigentes Digital
| 22 feb 2016
La lucha contra el cambio climático es responsabilidad de todos, de pequeños gestos que reduzcan la huella por las emisiones de gases nocivos a la atmósfera. Pero a la hora de repartir responsabilidades, las grandes empresas energéticas del país se llevan la palma. Sólo diez empresas son responsables del 65% de las emisiones de CO2 del total del país, según del informe del Observatorio de la Sostenibilidad sobre obre Cambio Climático en España.
La entidad pone nombre y apellidos a las empresas más contaminantes a partir de 923 instalaciones recogidas en los datos de emisiones verificadas y entrega de derechos de emisión que recopila la Oficina Española del Cambio Climático, dependiente del Ministerio de Agricultura. Según el último año disponible, en 2014, Endesa emitió un total de 31 millones de toneladas de gases de efecto invernadero, aproximadamente que supone casi el 10% del total emitido. La eléctrica triplica las emisiones de la compañía más contaminante del país Gas Natural Fenosa con 10,3 millones de toneladas. Le siguen EDP España con 8,3 millones y Repsol con 7,1 millones, que se elevan hasta los 9,3 millones si se suma la aportación de su filial Petronor. Entre las más contaminantes también aparece ArcelorMittal con 5,5 millones de toneladas, Cepsa (4,8 millones), Viesgo (3,8 millones) , Iberdrola (2,8 millones), Cemex (2,7 millones) y Cementos Portland (2,2 millones).
Por sectores, el energético acumula la mitad de las emisiones, seguido de las cementeras con un 19%, refinerías y petroleras con un 11%, la siderurgia con un 8% y el resto de sectores otro 11%. El informe destaca que solo veinte instalaciones emiten la mitad del CO2industrial. La mayoría de ellas se concentran en Galicia, Asturias y León, siendo la generación de carbón la actividad más contaminante. Además de la producción energética extrapeninsualar, la planta de producción de acero de AcerolMittal en Avilés es otro foco de grandes emisiones. Endesa, Enagás, Saint-Gobain y Abengoa son las empresas que más instalaciones acumulan en territorio español.
España ha seguido aumentando las emisiones de gases de efecto invernadero durante el año 2015, manteniendo la tendencia iniciada en 2013, mientras todos los países de nuestro entorno presentan fuertes reducciones en sus emisiones. En concreto, crecieron un 4%. El aumento de la generación con carbón, que ha crecido casi un 20%, el mayor consumo de productos petrolíferos (en torno al 2%) y al estancamiento del consumo de gas natural son hechos que contribuyen a esta discrepancia. El Observatorio destaca que el factor clave para no seguir la tendencia es la mayor generación de electricidad con carbón.
"Las energías renovables no están incrementando su peso en el mix energético como deberían; y no se está produciendo un cambio de modelo energético y productivo a pesar de la crisis y llama la atención que el gobierno siga potenciando al energía generada por carbón a pesar haber sido un año clave en la lucha contra el cambio climático", indican los responsables del documento.
España ha seguido aumentando las emisiones de gases de efecto invernadero durante el año 2015, manteniendo la tendencia iniciada en 2013, mientras todos los países de nuestro entorno presentan fuertes reducciones en sus emisiones. Según la Agencia Europea de Medio Ambiente,España ocupa el último lugar de Europa en cuanto a reducciones de emisiones desde el año 1990 hasta el año 2013 en cuanto a toneladas, y uno de los peores en cuanto a porcentaje. Tras varios años de descenso, en 2012 los registros muestran una caída de las emisiones del 1,3% en toda la UE con respecto a 2011. Si se compara con dos décadas atrás (1990, el año base para los cálculos de Kioto) Europa ha conseguido reducir un 19,2% sus emisiones. Sin embargo, no todos los actuales miembros de la Unión se comprometieron igual. Los 15 que formaban parte de ella cuando se firmó el protocolo (1997), incluida España, decidieron ir en conjunto: entre todos deberían reducir un 8%, pero entre los 15 se repartieron la carga de manera que mientras países como Alemania tenían que emitir un 21% menos, otros podían aumentar sus emisiones. España, en concreto, podría aumentarlas hasta un 15%.