Mitsubishi calcula que la manipulación en las calificaciones de eficiencia de sus vehículos y la falsificación de los datos de las pruebas de contaminación les pasará factura en su último ejercicio fiscal. Según un comunicado emitido por la automovilística, la pérdida neta del ejercicio fiscal que terminó el 31 de marzo ascenderá "probablemente" a los […]
Dirigentes Digital
| 22 jun 2016
Mitsubishi calcula que la manipulación en las calificaciones de eficiencia de sus vehículos y la falsificación de los datos de las pruebas de contaminación les pasará factura en su último ejercicio fiscal. Según un comunicado emitido por la automovilística, la pérdida neta del ejercicio fiscal que terminó el 31 de marzo ascenderá "probablemente" a los 145.000 millones de yenes (unos 1.400 millones de dólares).
La firma japonesa calcula que el estallido del escándalo le supondrá un coste de unos 205.000 millones de yenes (unos 2.000 millones de dólares) en este ejercicio fiscal.
Según informa Bloomberg, el presidente de Mitsubishi, Osamu Masuko, pretende reanudar la producción de sus "miniautomóviles" este próximo mes y ha declarado que estaría dispuesto a bajar los precios de aquellos modelos que sean más contaminantes de lo anunciado previamente.
Nissan, que gastará unos 2.300 millones de dólares para hacerse con el 34% de Mitsubishi, espera conseguir unas sinergias tras la compra del 20% de la inversión, según su director financiero, Peter Joseph. El presidente, Osamu Masuko, señaló que el coste del escándalo no se trasladará al próximo ejercicio. La semana pasada, la automovilística japonesa informó de que reservaría unos 500 millones de dólares para compensar a los compradores.
El propio ministerio de Transportes ha señalado la delicada situación a la que se enfrenta Mitsubishi. El ministro japonés Keiichi Ishii declaró que el escándalo ha dañado seriamente la imagen de la compañía y que, a partir de ahora, Mitsubishi se enfrentará a una certificación más estricta durante algún tiempo.
Dimisión del presidente
Osamu Masuko, que ostenta temporalemente la presidencia del grupo, subió al cargo tras la dimisión de Tetsuro Aikawa. Tras conocerse las manipulaciones de los datos de emisiones de sus vehículos, Masuko dejó su cargo en manos del hasta entonces consejero delegado Masuko, quien estará en el cargo hasta, previsiblemente, que se celebre la Junta de Accionistas el próximo día 24.