La crisis ha acentuado las habituales dificultades económicas que atraviesan muchas familias españolas cada comienzo del año. Según un análisis de Kelisto.es, la web del ahorro, la capacidad de ahorro de los hogares durante el primer trimestre se ha desplomado, de media, hasta el 2,19% de la renta disponible durante la crisis; es decir, un […]
Dirigentes Digital
| 20 ene 2015
La crisis ha acentuado las habituales dificultades económicas que atraviesan muchas familias españolas cada comienzo del año. Según un análisis de Kelisto.es, la web del ahorro, la capacidad de ahorro de los hogares durante el primer trimestre se ha desplomado, de media, hasta el 2,19% de la renta disponible durante la crisis; es decir, un 30% menos que la cifra media registrada durante este período desde que se dispone de estadísticas (3,13%).
"El ahorro de los consumidores registra sus niveles más bajos durante los tres primeros meses del año. De hecho, mientras que la tasa de ahorro medio registrada en España fue del 10,27% de la renta disponible durante los últimos 15 años, la del primer trimestre fue del 3,13%, un 69,5% inferior. Aún así, la crisis ha tenido consecuencias devastadoras en las cuentas de las familias y afrontar la cuesta de enero es cada día más complicado. En los últimos seis años, la tasa de ahorro ha alcanzado tres mínimos históricos: en el primer trimestre de 2008, 2012 y 2014", afirma la portavoz de Finanzas Personales de Kelisto.es, Estefanía González.
Estas complicaciones de comienzo de año se producen en un contexto de fuertes dificultades económicas para los hogares. A día de hoy, el 9,3% de las familias tiene retrasos en los pagos relacionados con la vivienda principal, como el de la hipoteca o el alquiler, o los recibos del gas, la electricidad o la comunidad. Además, el 16,9% de los hogares manifiesta llegar a fin de mes con "mucha dificultad" y el 41% no tiene capacidad para afrontar gastos imprevistos.
Por si esto fuera poco, el 31% de los españoles asegura que no le queda dinero una vez que ha pagado todas sus facturas, el 27% afirma tener grandes dificultades para pagar todos los recibos cada mes y una cuarta parte de los ciudadanos cree que no tiene una cantidad de dinero suficiente para una vida digna.
El aumento de los precios empeora la situación de las familias
Habitualmente, los precios caen en el mes de enero como consecuencia de las rebajas en productos como la ropa y el calzado. Pese a ello, productos tan básicos como los alimentos y bebidas, el transporte, la vivienda o la medicina son partidas que suelen encarecerse cada primer trimestre del año, aunque esta tendencia se ha suavizado en los últimos ejercicios como consecuencia de la crisis.
En 2015, los consumidores tendrán que afrontar subidas como las de los equipos médicos, el instrumental sanitario y los productos farmacéuticos, cuyo IVA pasa del 10% al 21% con el comienzo del nuevo ejercicio. A esto hay que sumar el incremento de algunas tarifas ferroviarias (las de Cercanías, Feve, Media Distancia Convencional y Avant), que aumentan una media del 1,85%, y las de las tarifas de Correos: por ejemplo, el precio de los sellos para el envío nacional de cartas y postales normalizadas (hasta 20 gramos) se encarece un 10,5% y el del sello para envíos a Europa, un 18,4%.
Afortunadamente, algunos productos y servicios mantendrán sus precios estables: por ejemplo, el transporte público (en ciudades como Madrid o Barcelona), los trenes de larga distancia, el AVE y las autopistas de peajes que dependen de la Administración del Estado han dejado sus precios congelados respecto a 2014. En materia de energía, también parece que el comienzo de año trae buenas noticias: se congela el coste de la parte regulada del recibo de la luz, el gas baja un 3,3% y, en materia de carburantes, todo apunta a que se mantendrá la tendencia bajista que se inició cuando empezó a caer el precio del petróleo.
"El año también ha comenzado con la entrada en vigor de la reforma fiscal, que rebaja los tipos del IRPF en todos los tramos y reduce la tributación de los productos de ahorro, lo que debería mejorar ligeramente el rendimiento de productos como los depósitos o las cuentas de ahorro. No obstante, sus efectos en la economía familiar aún están por ver, y más en un contexto en el que la caída de los salarios y la degradación del mercado laboral todavía son una realidad", apunta Estefanía González.
Los ingresos de las familias se han reducido más de un 10% en cinco años
La reducción histórica de la tasa de ahorro de los hogares se produce en un contexto de caída continuada de los ingresos. La renta disponible de las familias se ha reducido un 10,01% desde el inicio de la crisis, al pasar de los 3.188,13 euros mensuales de media en el primer trimestre de 2008 a los 2.868,94 euros de 2014.
Detrás de esta caída del dinero disponible se encuentran factores como el desempleo ? la tasa de paro ha pasado del 9,63% del primer trimestre de 2008 al 23,67% del tercer trimestre de 2014-, la caída de los salarios -que se han reducido a un ritmo del 2% durante los últimos años- o la precariedad laboral ?se estima que el 12,3% de los trabajadores españoles vive bajo el umbral de la pobreza. Además, en 728.300 hogares no se percibe ningún ingreso.
La caída de la renta también afectará a los pensionistas, cuyas prestaciones solo subirán un 0,25% en 2015, un porcentaje igual al del pasado año y que ya anticipa que este colectivo perderá poder adquisitivo, ya que las previsiones de inflación para el presente ejercicio apuntan a un avance del 0,66%. Como resultado de la caída de los ingresos y el aumento de los gastos, cuatro de cada 10 españoles aseguran no tener capacidad para ahorrar y un 31% no llega a final de mes de manera reiterada.