La subida del IVA aplicada el 1 de abril por el Gobierno de Shinzo Abe ha provocado una contracción de la economía japonesa del 1,7% en el segundo trimestre, frente a la subida del 1,5% del primero.
Las medidas tributarias han golpeado con fuerza al consumo, que supone en torno al 60 % de la economía nipona, y que retrocedió un 5 % con respecto al primer trimestre. Las exportaciones, la otra pata de la economía nipona, se contrajeron un 0,4 %.
Por su parte, la inversión del capital corporativo también mostró un descenso del 2,5 %, mientras la inversión del sector público se encogió un 0,5 %.
Durante el primer trimestre, la economía japonesa se benefició de las medidas extraordinarias del Banco de Japón con un agresivo plan de compra de activos desde 2013 para despejar las presiones deflacionistas.
Algunos expertos del país, apuestan por más medidas extraordinario del Banco de Japón ante el descalabro económico con el objetivo de estimular la economía.
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