El objetivo de este Plan es medioambiental, pero también busca disminuir el consumo de energía e incrementar la competitividad de sus instalaciones, además de lograr importantes reducciones en emisiones y costes energéticos. Además, la compañía se ha fijado como objetivo una reducción de 1,9 millones de toneladas de CO2.
Repsol ya había adoptado medidas en su plan estratégico anterior que tuvieron un gran impacto sobre la reducción de emisiones, como el cambio de combustible (de fuelóleo a gas natural) o la reducción de los gases de antorcha en todas las refinerías. Incluso esos gases se recuperan y se emplean, por lo que ya podemos hablar, además de eficiencia, de conservación de la energía.
Por otro lado, la innovación va a ser fundamental para seguir avanzando en eficiencia energética, labor que a largo plazo se desarrolla a través del Centro de Tecnología Repsol y apostando por la Innovación Abierta para colaborar con otras empresas y centros de investigación. Asimismo, la Fundación Repsol impulsa su Fondo de Emprendedores, un programa de incubación para proyectos empresariales que promuevan un uso más eficiente de la energía.
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