Por Álvaro Blanco, fundador y CEO de Native Media Group
Álvaro Blanco
| 13 jun 2024
España es uno de los países con mayor número de influencers en Europa, con una cifra que supera el millón y medio según un estudio de IAB y Nielsen (2022) y con proyecciones de crecimiento importantes. Sabemos que estos prescriptores digitales tienen una gran capacidad para generar una importante influencia en la población, al igual que para conectar con audiencias masivas y generar engagement para las marcas.
Tras unos años iniciales en los que la falta de regulación era la norma y otros en los que la autorregulación dependía del enfoque ético de cada cual, los organismos de control públicos han tomado cartas en el asunto para la regulación de su ejercicio y la difusión de contenidos.
La reciente normativa para los creadores de contenidos aprobada en el Real Decreto 444/2024 se ha puesto en marcha y en el sector observamos diferentes retos para su correcta implementación. Como director de una Consultora de Influencer Marketing que gestiona la imagen y comunicación de prescriptores digitales, puedo afirmar que esta ley tendrá un impacto significativo en nuestro negocio y en el sector en general. A continuación, desglosamos los principales aspectos de esta legislación y sus implicaciones para la industria.
Uno de los pilares de esta nueva ley es la obligación de una mayor transparencia en la publicidad. Los influencers ahora deben identificar claramente el contenido patrocinado, evitando confusiones entre recomendaciones personales y anuncios pagados. Esto es crucial para proteger a los consumidores de posibles engaños y asegurar que están plenamente informados sobre lo que consumen. Además, es positivo para el sector.
La ley también aborda la necesidad de regular el contenido nocivo, especialmente el que podría afectar a menores de edad. Los prescriptores digitales deberán adherirse a directrices estrictas que prohíben la promoción de productos o comportamientos peligrosos. Esto incluye la publicidad de tabaco, alcohol y juegos de azar en horarios restringidos, aspectos que hasta ahora no estaban regulados.
La profesionalización del sector es uno de los objetivos más ambiciosos de esta legislación. Los creadores de contenido, ahora considerados usuarios de especial relevancia que empleen servicios de intercambio de vídeos a través de plataforma, deberán cumplir con obligaciones fiscales y de seguridad social. Este cambio busca legitimar la profesión y proporcionar un marco legal claro para su actividad.
Desde Native, que siempre hemos apostado por lo que denominamos prescriptores y líderes de opinión digitales, es decir, aquellos que divulgan sobre aquellas áreas en las que son expertos, creemos firmemente en la necesidad de profesionalizar este área y sabemos que es imprescindible para cuidar de los consumidores y luchar contra la desinformación.
La creatividad y la diversidad de contenidos son fundamentales en el mundo de los creadores de contenido. La nueva ley, al imponer restricciones adicionales, podría coartar la libertad creativa de muchos, quienes podrían sentirse limitados en su capacidad para innovar, temiendo incumplir con regulaciones estrictas. Esto no solo afecta la variedad de contenido disponible para los consumidores, sino también la capacidad de los profesionales de las redes sociales para diferenciarse en un mercado saturado.
Por todo ello, contar con asesores especializados se vuelve crucial para los generadores de contenido. Como profesionales, no solo ayudamos a navegar entre las complejas normativas, asegurando que éstos comprendan claramente lo que pueden y no pueden hacer, sino que también damos orientación para canalizar su creatividad de manera efectiva y conforme a la ley. En lugar de coartar su creatividad, los asesores podemos dirigirla hacia contenidos innovadores y legales, optimizando así su impacto y alcance en el mercado.
La implementación de esta ley presenta múltiples desafíos. Desde la formación y concienciación de los creadores de contenido sobre las nuevas obligaciones, hasta la supervisión y cumplimiento por parte de las autoridades. La falta de claridad en ciertos aspectos de la ley puede generar incertidumbre y complicaciones tanto para los líderes de opinión digitales como para nosotros en el asesoramiento y acompañamiento.
No obstante, la ley también tiene el potencial de fomentar buenas prácticas publicitarias. Al establecer normas claras y transparentes, se espera que la relación entre influencers, marcas y consumidores se fortalezca. Por nuestra parte, debemos adaptarnos a estos cambios y liderar con el ejemplo, promoviendo la honestidad y la responsabilidad en todas nuestras colaboraciones.
En definitiva, la nueva Ley de Influencers en España representa un esfuerzo significativo por regular un sector en crecimiento y cada vez más influyente. Si bien introduce desafíos y posibles limitaciones, también ofrece una oportunidad para profesionalizar y legitimar la industria. Debemos estar preparados para adaptarnos y ayudar a nuestros prescriptores digitales a navegar este nuevo marco legal, asegurándonos de que siguen ofreciendo contenido valioso y auténtico a sus seguidores.
