Por Rafael Martín, Sales Director para Southern Europe en Genetec
Rafael Martín
| 18 jun 2024
La organización de grandes acontecimientos exige un cuidadoso equilibrio entre diversos factores, como la libertad de movimiento de los participantes, la organización de los desplazamientos y la seguridad de los lugares y las personas.
Actualmente, las tecnologías modernas e innovadoras ponen a disposición de los organizadores numerosas herramientas que pueden contribuir a garantizar la seguridad, manteniendo al mismo tiempo un ambiente acogedor para las personas. En los grandes acontecimientos, las soluciones de seguridad electrónica deben adoptarse sobre la base de importantes consideraciones y evaluaciones para hacer la elección correcta.
Los preparativos necesarios para la seguridad de lugares y personas en acontecimientos a gran escala como la Eurocopa de fútbol 2024, requieren años de planificación. Además de identificar soluciones de seguridad electrónica -para garantizar la protección y seguridad en eventos, aeropuertos, estaciones de tren, etc.-, es esencial crear un entorno que garantice una visibilidad y concienciación plenas, en el que todos los implicados en los distintos aspectos de la seguridad formen parte de un sistema cohesionado de evaluación de riesgos e intervención oportuna en caso de necesidad.
Si nos fijamos en grandes eventos, hay que tener en cuenta que los propios comités organizadores tienen estrictos protocolos de seguridad que exigen a los organizadores una solución de seguridad que permita al personal identificar posibles incidentes, prestar asistencia, informar y responder casi en tiempo real, así como generar grabaciones o pruebas que puedan utilizarse para investigaciones posteriores al acontecimiento.
Es necesario cumplir todos estos requisitos de seguridad antes, durante y después del evento, pero también es crucial mantener un clima en el que la gente se sienta segura, libre de moverse, sin que las medidas de seguridad afecten a sus movimientos para evitar repercusiones negativas.
La gestión de los accesos en un evento es uno de los retos más complejos: control de las entradas, identificación de posibles falsificaciones, acceso del personal, de los titulares de derechos a zonas restringidas como vestuarios, oficinas, zonas de prensa. Los métodos tradicionales de control de acceso, como las tarjetas de identificación, pueden ser falsificados o robados y luego utilizados por personas malintencionadas para burlar los controles de seguridad. Además, una de las características de una solución de control de acceso eficaz debe ser que realice su tarea de forma inadvertida y no genere ralentizaciones.
En este sentido, la tecnología ofrece soluciones muy eficaces. Por ejemplo, un moderno sistema de control de accesos basado en protocolos IP mejora la seguridad de un lugar y, al mismo tiempo, optimiza considerablemente todas las actividades, haciéndolas lo más fluidas y naturales posible. Así, una plataforma de arquitectura abierta como la de la empresa canadiense Genetec, permite integrar el análisis de vídeo y otras funcionalidades necesarias, como el recuento de personas, la detección de objetos sin vigilancia y el reconocimiento de matrículas.
La comunicación es un aspecto muy importante, que tiene una repercusión inmediata en la capacidad de respuesta ante situaciones de crisis y en el conjunto de las operaciones. De hecho, son muchas las organizaciones que deben trabajar juntas: desde las fuerzas y cuerpos de seguridad del país, hasta los equipos de respuesta ante emergencias, pasando por los equipos de seguridad privada, o los que se ocupan de la seguridad nacional. Si todas estas organizaciones no dispusieran de canales de comunicación eficaces y comunes, podrían crearse silos separados que se convertirían en «puntos ciegos» en los que agentes malintencionados podrían poner en peligro la seguridad de las personas. Aumentar la comunicación y el intercambio de datos entre los distintos sectores -público y privado- debe ser una prioridad para mejorar la seguridad.
Los avances tecnológicos han permitido crear soluciones unificadas construidas y codificadas en las que todas las funcionalidades de los componentes individuales de la seguridad electrónica -como el control de accesos, la videovigilancia, los sistemas de análisis y el CAD (Computer Aided Dispatch)- pueden converger en una única plataforma que permite una interacción fluida entre los sistemas y sus usuarios. De este modo, todas las personas implicadas en la organización pueden tener una visión de conjunto e intercambiar información pertinente con las que trabajan sobre el terreno.
En los grandes eventos, asistimos a un despliegue cada vez mayor de cámaras que incorporan funciones de inteligencia artificial, lo que ha elevado el listón en términos de privacidad. Es importante subrayar que las cámaras basadas en IA sólo recogen datos anónimos sobre vehículos y personas, proporcionando una lista limitada de atributos (por ejemplo, color de la ropa, sombrero, gafas, mochila). Para salvaguardar aún más la privacidad, los rostros individuales de las personas pueden enmascararse. En general, las cámaras que utilizan IA simplemente añaden datos descriptivos al vídeo para aumentar la eficacia y la seguridad con un impacto mínimo en la privacidad.
En última instancia, la tecnología no hace nada diferente de lo que haría un ser humano: simplemente lo hace más rápido y de forma más eficiente, comprometiendo menos recursos. De hecho, la tecnología no toma decisiones, sino que hace sugerencias. El uso de funciones de aprendizaje automático ayuda a los vigilantes de seguridad proporcionándoles una serie de información recopilada mediante el análisis automatizado de metadatos de vídeo. Esto permite actuar sobre los acontecimientos en tiempo real en lugar de a posteriori, utilizando las imágenes de vídeo para revisar e investigar lo sucedido.
También con vistas al uso de la tecnología para la seguridad en grandes eventos, otro aspecto importante son las soluciones en la nube para conectar todos los sistemas de seguridad de los recintos e instalaciones y permitir al personal colaborar con otros equipos y supervisar todos los recintos en remoto, obteniendo una imagen completa de los edificios, las instalaciones y el flujo de tráfico, sin tener que afrontar el enorme gasto que supone instalar un sistema «in situ» dedicado.
Las ciudades que acogen grandes acontecimientos son muy conscientes de los costes y confían en la tecnología para ahorrar dinero, y el paso a la nube puede suponer un importante ahorro al eliminar los gastos de adquisición, funcionamiento y mantenimiento de servidores in situ.