La maratoniana reunión de ayer lunes del bloque soberanista de Cataluña (CiU, ERC, ICV y CUP) terminó con los platos rotos. Mas explicó a sus apoyos políticos que la falta de garantías legales hacían imposible celebrar la consulta y propuso un proceso de participación alternativo para conocer la opinión de los catalanes. La propuesta no ha satisfecho a ninguna de las partes, aunque mantiene la compostura hasta conocer la fórmula de Mas.
La nueva iniciativa está por definir que podría pasar desde convocar elecciones anticipadas hasta realizar un acto simbólico. Hasta Joan Herrera, portavoz de ICV, la ha calificado de "sucedáneo". Lo previsible es que el president se reafirme en su voluntad de que los catalanes voten, pero explique que la consulta, tal como se ha presentado, no podrá realizarse.
La duda es si se planteará un acto consultivo alternativo sin alcance legal y que respete el marco constitucional. La falta de definición se refleja en la respuesta de los otros partidos en liza. ERC ha transmitido su apoyo al Govern, pero "solo hay un camino: un Parlament que haga una declaración de independencia inmediata y la apertura de un proceso constituyente".
ICV ha evitado valorar la propuesta, ya que esperan a que Mas ofrezca más detalles para decidir si se desvinculan o no. La CUP, por su parte, estaría a favor de la propuesta del Govern para votar el 9-N sea como sea.