El resultado supone un nuevo revés para la empresa responsable por parte significativa del PIB brasileño, que el año pasado sufrió pérdidas por 21.587 millones de reales (unos 6.167,7 millones de dólares), su primer perjuicio anual desde 1991.
Pese al resultado final, Petrobras destacó que su beneficio operacional, descontados gastos financieros y otros, creció un 39%en el período, hasta 22.822 millones de reales (unos 6.520,6 millones de dólares) en el primer semestre de este año, y que su Ebitda (beneficio bruto de explotación) saltó un 35%.
La mejoría de los resultados operativos fue posible gracias a que la empresa elevó su producción de petróleo y gas natural en un 9%, hasta un promedio de 2,784 millones de barriles diarios en el primer semestre.
El presidente ejecutivo, Aldemir Bendine, quien asumió el cargo en febrero, ha estado luchando para limpiar un balance socavado por un escándalo de corrupción masiva y sobornos, además de la fuerte caída en los precios del petróleo.
Petrobras, bajo la administración de Bendine, está recortando la inversión para controlar una deuda por 134.000 millones de dólares, la más grande de cualquier compañía petrolera.
"Queremos dejar a la compañía en una situación en la que tenga los más altos niveles de gestión en el mundo", dijo Bendine a periodistas en la sede de la firma en Río de Janeiro.
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