Los apoyos de Rousseff siguen menguando. La presidenta brasileña ha perdido este miércoles a otro de sus socios, el Partido Laborista Brasileño (PTB), que tiene un ministro en el Gobierno y 19 diputados. El portavoz de la formación, Wilson Filho, anunció además que 15 de sus 19 diputados votarán a favor de que continúe el […]
Dirigentes Digital
| 14 abr 2016
Los apoyos de Rousseff siguen menguando. La presidenta brasileña ha perdido este miércoles a otro de sus socios, el Partido Laborista Brasileño (PTB), que tiene un ministro en el Gobierno y 19 diputados. El portavoz de la formación, Wilson Filho, anunció además que 15 de sus 19 diputados votarán a favor de que continúe el proceso de destitución de la presidenta, que se vota este domingo. El PTB dejará que los diputados favorables a Rousseff puedan seguir apoyando a la presidenta.
De momento no se ha confirmado si el ministro de Desarrollo, Industria y Comercio Exterior, Armando Monteiro, dejará su puesto en el Ejecutivo brasileño, una decisión que sí tomaron tanto el Partido Progresista (PP) como el Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB).
Con estas rupturas, el "sí" a continuar el proceso de investigación de Rousseff podría contar ya con, al menos, 132 votos (de los 342 necesarios en la votación del domingo). Además, la prensa local afirma que el Partido Social Democrático (PSD) votará "sí" al proceso, al menos 31 de sus 38 diputados. De confirmarse, Rousseff sumaría ya cerca de 160 diputados en su contra.
El golpe más duro para la presidenta brasileña fue, sin duda, la salida del Gobierno de seis ministros del PMDB, la segunda fuerza y principal socio de Rousseff. Sólo se mantiene en su puesto el vicepresidente, Michel Temer, a la espera de conseguir el puesto de Rousseff. De hecho, hace pocos días se filtró a la prensa local un discurso de Temer que tendría preparado para cuando Rousseff fuese destituida y él tomase el relevo.
Este domingo, la Cámara baja votará si el proceso contra Rousseff avanza hasta el Senado, quien finalmente decidirá si se abre juicio contra la presidenta, lo que la obligaría a apartarse del cargo durante 180 días.