En nuestros días, el "Internet de las cosas" o "Internet of Things" (IoT) se encuentra aún en una fase de desarrollo inicial, pero el actual punto de partida ya permite plantearse varias preguntas: ¿cuál será el papel de las operadoras en el desarrollo del IoT? ¿De qué forma se apoyará a los desarrolladores? Si en 2020 va a haber, como dicen los estudios, 26 mil millones de dispositivos conectados, ¿cómo se garantizará la rapidez, permanencia y seguridad de la conexión? ¿Y cómo se suavizarán las complejidades técnicas de los nuevos sistemas para que sean fácilmente usables?
De estas y otras cuestiones se habló en la mesa redonda "Everything is connected: enabling IoT" ("Todo está conectado: activando el IoT") en la que participaron hasta siete expertos en la materia venidos de todo el mundo ante un auditorio que colgó el cartel de "completo" a pesar de ser el último día de feria. "Hemos dejado lo mejor para el final", bromeó Godfrey Chua (Machina Research), moderador del coloquio.
Los expertos mundiales en IoT, reunidos por primera vez
Kevin Petersen (AT&T)inauguró la mesa asegurando que el negocio está hoy en el IoT, en la "vida digital" que nos espara, pero que el desarrollo ha de pasar necesariamente por tres fases: la transformación física (plataforma, mapas de conexiones, ventas, instalación, monitorización…), la expansión (construcción, venta) y el correcto uso final de los nuevos inventos. "Lo importante", dijo Petersen, "es que la idea se transforme en una solución real de uso".
Chris Boross (Thread & Product)fue quizá el ponente más esperado, como director de una empresa considerada responsable de haber ubicado el IoT en el mapa. Boross aseguró que con el IoT "estamos construyendo una casa que piensa más, que aprende de los hábitos de sus ocupantes, les ahorra dinero y hace que estén más seguros". También explicó que "los productos hablarán entre ellos, creando nuevas experiencias".
Glo Gordon (Jasper) y Paddy Srinivasan (Xively Internet of Things)subieron juntos al escenario a hablar de la parte que toca a la tecnología. Para Gordon, el aspecto más crítico del IoT es la seguridad y la privacidad, aunque también, dijo, debe preocuparnos cómo proveer y satisfacer al usuario, y de qué manera conseguiremos que el cliente pueda probar los artefactos "fuera de la caja" antes de comprarlos.
Srinivasan reflexionó sobre la dificultad, como empresa desarrolladora de IoT, de elegir plataforma y decidir qué hacer con tu importante inversión: ¿construir los aparatos que hagan cosas o invertir en tu confiabilidad? También habló de la "conexión emocional" entre los usuarios, ya que si antes los aparatos, por ejemplo en una fábrica, eran anónimos ya que solo veíamos el resultado de su uso, ahora sabremos quién los ha manejado, sin importar la hora o la distancia, y hay que prever que eso añadirá un nuevo componente emocional.
La siguiente charla corrió a cargo de Greg Roberts (Icontrol Networks) que explicó que Europa es donde más investigaciones sobre big data se están realizando, pero que aún estamos en fases tempranas del desarrollo porque "pasar del nada conectado al todo conectado es mucho" y existen puntos de fricción como que aún tengamos una app para cada cosa. Según el experto es necesario unificar mucho más.
La última charla la mantuvo el moderadorChuacon y Khalifa Al Shamsi (Etisalat) y Kate McKenzie (Telstra). Al Shami pidió pensar en la implementación local del IoT. "Hay que mirar el ecosistema completo", apuntó. "Y hay que tener una regulación pensando que cada mercado es diferente". McKenzie, por su parte, hizo hincapié en que en un mundo de IoT las personas tendrán que tomar muchas decisiones y habrá que hacer un esfuerzo de investigación y de atención al cliente, para entender qué necesita. Chua explicó justo después algunos usos del IoT que ya son posibles.
Por ejemplo, existe un modelo para que cuando alguien entra en casa, el termostato se encienda, reconozca al miembro de la familia que ha entrado y regule la temperatura de la casa a su gusto. Y otro modelo que cambia el color de la luz de una sala (smart lighting), por ejemplo, haciendo que una bombilla pase de luz blanca a luz roja cuando la casa detecta que algo va mal, por ejemplo, cuando hay un cristal de la ventana roto.
Algunas conclusiones
Según estos expertos, nuestra a relación con el coche cambiará y esto va a revolucionar el negocio automovilístico. Habrá nuevos hábitos de conducción, cambiará el diseño de los nuevos modelos y transformara la experiencia del conductor. Las "casas inteligentes" cambiarán totalmente nuestros hábitos de vida.
Los avances mejorarán nuestro control sobre lo que nos rodea y jugarán a favor de nuestra conveniencia, por ejemplo, ahorrándonos dinero. Eso sí, los desarrolladores se enfrentan ahora a importantísimos retos: inversión, recursos, desarrollo tecnológico… Dentro de muy poco no lo veremos como "juguetes" que tener por capricho tecnológico sino como algo que es necesario que tener, que puede incluso salvar vidas.
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