La Reserva Federal ha celebrado su tradicional reunión en Jackson Hole ante la atenta mirada de los mercados financieros. Tras los últimos datos de empleo, inflación, consumo y otros indicadores económicos, los analistas daban por hecho que Jerome Powell abriría la puerta a los recortes de tipos, como así lo ha hecho. El presidente de […]
Patricia Malagón
| 26 ago 2024
La Reserva Federal ha celebrado su tradicional reunión en Jackson Hole ante la atenta mirada de los mercados financieros. Tras los últimos datos de empleo, inflación, consumo y otros indicadores económicos, los analistas daban por hecho que Jerome Powell abriría la puerta a los recortes de tipos, como así lo ha hecho.
El presidente de la Fed, Powell, aseguró “ha llegado el momento de ajustar la política monetaria. La dirección a seguir está clara, y el calendario y el ritmo de los recortes de tipos dependerán de los datos que vayan llegando, de la evolución de las perspectivas y del equilibrio de riesgos”. Una frase que parece más que suficiente para descontar un recorte en las tasas el próximo mes de septiembre.
Otra de las declaraciones más replicadas por los medios ha sido la siguiente: “Nos comprometemos a hacer todo lo necesario para respaldar un mercado laboral sólido mientras seguimos trabajando hacia la estabilidad de precios. Con una moderación adecuada en la política monetaria, existen razones fundadas para creer que la economía puede volver a alcanzar una inflación del 2%, manteniendo al mismo tiempo la fortaleza del mercado laboral. El nivel actual de nuestro tipo de interés oficial nos proporciona un amplio margen para responder a cualquier riesgo que pueda surgir, incluido el riesgo de un debilitamiento no deseado en las condiciones del mercado laboral”.
Lo cierto es que las palabras de Powell fueron en línea con lo esperado y no se dieron grandes movimientos en las bolsas, que descontaban un mensaje similar al dado. El punto que queda por resolver tiene que ver con la frecuencia e intensidad de estas reducciones, ya que el consenso marca un ajuste de 200 p.b entre 2024 y 2025 que dejen los tipos al 3,5% desde el 5,5%.
“Algunos inversores podrían haber esperado claridad en lo que respecta al tamaño de los recortes de tipos, pero eso siempre iba a ser una posibilidad remota. En última instancia, el presidente Powell ofreció lo que el mercado ansiaba: certidumbre en cuanto a la política monetaria de la Fed de cara al futuro, abriendo la puerta a la primera bajada de tipos en más de cuatro años”, cuenta Bret Kenwell, analista de inversiones en EE UU para eToro.
En estos momentos, el escenario es el de la moderación de la inflación con un crecimiento económico más leve, que no llega a ser recesivo. “Los datos económicos han superado las expectativas, disipando los temores de una recesión inminente en Estados Unidos. Las ventas minoristas crecieron un 1% mensual, indicando que los consumidores siguen siendo optimistas, y las solicitudes de subsidio por desempleo han disminuido, sugiriendo estabilidad en el mercado laboral. Estos desarrollos preparan el terreno para que la Fed recorte las tasas en septiembre, lo que podría beneficiar a los mercados financieros, especialmente si la economía sigue mostrando signos de solidez”, asegura Joaquín Robles, analista de mercados.