El dilema del bienestar: la brecha entre líderes y empleados

Con el fin del verano y la vuelta a la oficina, las empresas enfrentan un desafío crucial: cómo garantizar el bienestar de sus empleados en un entorno laboral que sigue evolucionando. Según un reciente estudio global de Steelcase, el bienestar de los empleados es la principal preocupación para el 81% de los líderes empresariales. Sin embargo, a pesar de esta prioridad, existe una significativa brecha entre la percepción de bienestar de los líderes y la de sus equipos. Mientras que el 44% de los empleados se siente insatisfecho con su equilibrio entre trabajo y vida personal, solo el 28% de los líderes comparte esta sensación.

Esta discrepancia pone de manifiesto la necesidad de enfoques más personalizados y efectivos en el diseño de espacios de trabajo. Steelcase destaca que la presencia activa de los CEO en las oficinas puede generar un aumento del 6% en el compromiso de los trabajadores, un 4% en la productividad, y una reducción del 7% en la rotación de personal. Estos datos subrayan la importancia de un liderazgo visible y cercano para mejorar el bienestar y la cultura corporativa.

El presidente de Steelcase Iberia, Alejandro Pociña, ha detallado que “la vuelta a la oficina tras el verano es un momento clave para que los líderes de las empresas apuesten todavía más por el bienestar de los empleados y muestren un gran compromiso con un liderazgo visible y presente en la oficina. Las compañías deben invertir tiempo y esfuerzo en este campo para fortalecer la fidelización del talento y generar una cultura de empresa sólida y comprometida. La oficina es una palanca estratégica al servicio del CEO para alcanzar la eficiencia operativa, el bienestar de los empleados y la atracción y retención del talento”.

Otro desafío que enfrentan las empresas es la conciliación entre el trabajo y la vida privada de sus empleados. Según Steelcase, ha habido un marcado descenso en la satisfacción con este equilibrio. En 2021, el 71% de los profesionales se mostraba satisfecho con la conciliación, pero esta cifra ha caído al 59% en 2023. Esta tendencia refleja una creciente tensión entre las demandas laborales y las necesidades personales, lo que subraya la importancia de que las empresas implementen políticas y diseñen espacios que apoyen un mejor equilibrio para sus equipos. La disminución en la satisfacción no solo afecta el bienestar de los empleados, sino que también puede repercutir en su rendimiento y compromiso a largo plazo.

Steelcase, también ha analizado las preocupaciones de las nuevas generaciones. La Generación Z, que constituirá el 25% de la fuerza laboral global para 2025, está impulsando un cambio significativo en las expectativas del entorno laboral. Esta generación valora profundamente la sostenibilidad y busca entornos de trabajo que no solo sean eco-amigables, sino que también les motiven a regresar a la oficina.

Con un 77% dispuesto a trabajar presencialmente, la Generación Z demanda oficinas que reflejen sus valores, incluyendo prácticas sostenibles, tecnología avanzada, y espacios diseñados para la colaboración y la innovación. Esta generación no solo espera que los espacios de trabajo sean funcionales, sino que también resuenen con sus ideales y aspiraciones, creando un entorno que apoye tanto su bienestar personal como profesional. Esto implica una necesidad urgente para las compañías de adaptar sus espacios de trabajo y políticas internas para alinearse con las expectativas de esta nueva fuerza laboral. Crear oficinas que no solo sean sostenibles, sino que también ofrezcan un entorno inspirador y motivador, será crucial para atraer y retener al talento en los próximos años.

Con la vuelta a la oficina ya en marcha, la compañía subraya que este es el momento ideal para que las empresas revisen y refinen sus estrategias de bienestar. Al cerrar la brecha entre las expectativas de los líderes y las experiencias de los empleados, las organizaciones pueden no solo mejorar la satisfacción laboral, sino también impulsar la productividad y la innovación.

Es el momento para que las empresas implementen soluciones más personalizadas, que tengan en cuenta las particularidades de sus equipos y que transformen la oficina en un espacio que realmente apoye tanto el bienestar físico como emocional de sus empleados. Al hacerlo, las empresas no solo optimizan sus operaciones actuales, sino que también se preparan para enfrentar con éxito los desafíos futuros en un entorno laboral en constante cambio.