Solo el 5% de los estudiantes españoles logran el nivel más alto de competencias financieras, muy por debajo de otros países líderes
Funds&Markets
| 16 sep 2024
El 95 % de los estudiantes españoles reconoce lo que es una factura, pero 4 de cada 10 no tiene capacidades para hacer interpretaciones sencillas de esta o de una nómina, ni saben cómo aplicar operaciones numéricas básicas, como el cálculo de porcentajes, según datos de la última entrega del informe PISA. ¿Qué aspectos influyen en las competencias financieras de los estudiantes?
“El rol de los padres es importante, pero lo es mucho más la relación práctica que tienen los jóvenes con el dinero”, explica la profesora agregada de los Estudios de Economía y Empresa de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) Elisabet Ruiz Dotras, experta en educación financiera e investigadora del grupo DigiBiz (Digital Business Research Group).
También es importante, la actitud personal y la autoconfianza. “En este caso, los chicos salen más favorecidos; en cambio, con las chicas hay una cierta falta de confianza, porque continua habiendo una serie de intangibles que conducen a algunas diferencias entre géneros”, afirma Ruiz-Dotras. Y, en tercer lugar, según la profesora, el entorno familiar es otro factor de influencia: “los adolescentes desfavorecidos y los inmigrantes aconstumbran a presentar peores resultados“. En relación con otros países, los conocimientos en educación financiera de los estudiantes españoles de quince años quedan 12 puntos por debajo de la media de la OCDE (486 puntos de España ante los 498) y lejos de los países más avanzados, como Bélgica (527) o Dinamarca (521).
La interacción familiar es importante para consolidar conocimientos y aspectos relacionados con el dinero. De hecho, los estudiantes españoles declaran hablar con sus progenitores al menos una vez por semana sobre aspectos relacionados con el dinero destinado a sus compras (en un 49 % de los casos), la paga (39 %), sus ahorros (38 %), sus gastos (37 %) y las compras en línea (36 %).
Mantener una relación lo más real posible con el dinero es importante para mejorar las competencias financieras, “porque se trata de un hecho muy positivo que siempre ayudará a mejorar los conocimientos, ganar seguridad, familiarizarse con un vocabulario…etc”, explica Ruiz-Dotras que añade que “hay que combinar teoría y práctica; por ejemplo, dar una paga, sea semanal o mensual, acompañado de una educación en la gestión del dinero para que aprendan a administrarse”.
Aunque seguramente los primeros meses cometerán errores, habrán aprendido a sobrevivir: si se gastan todo el dinero antes de tiempo, tendrán que renunciar a otras cosas que quizás quieren comprar. Aunque cada adolescente es diferente, educarlos financieramente y darles herramientas para gestionar el dinero, les puede ayudar mucho para cuando sean adultos”, ejemplifica.
Una buena práctica para mejorar estos conocimientos financieros básicos son, según la profesora Ruiz-Dotras, las herramientas digitales. “Las pagas podrían ser en digital, y gestionarse desde una cuenta en línea, una aplicación del teléfono móvil o con una tarjeta de débito para conseguir un vínculo directo con el dinero y desarrollarse en un entorno real”, explica.
Del mismo modo, el hecho de poder hacer uso de su tarjeta, siempre supervisados por sus progenitores, y acompañado de una planificación financiera es una opción positiva para mejorar esta relación. “Es importante que en este proceso vayan acompañados de una educación financiera por parte de los padres para que aprendan a gestionar presupuestos mensuales y puedan tener también objetivos de ahorro”.
El 85% de los alumnos españoles efectuó alguna compra en línea en los 12 meses anteriores a la evaluación, un punto positivo en relación con su competencia. Aun así, Ruiz Dotras señala que, muchas veces, el adolescente compra en línea por encargo de los padres y con la tarjeta de ellos. “Sería mucho más positivo que pudiera hacer la compra con su tarjeta y viviera una situación y una gestión de su dinero mucho más real”, asegura.
“Es muy importante que los jóvenes de hoy en día conozcan la importancia del ahorro y sepan posponer decisiones de compras para evitar compras impulsivas. Enseñar a los hijos cómo definir objetivos económicos y ayudarles a tener hábitos financieros saludables, les ayudará a desarrollar la competencia financiera y les preparará para lograr una buena gestión financiera en su vida adulta”, asegura la experta.
Según el informe PISA, los alumnos de nivel 5, los más avanzados en conocimientos financieros, son solo el 5%, tres veces menos que en los países al frente del ranking. “Los conocimientos de los adolescentes españoles son muy sencillos: saben qué es un sueldo (el 75 % lo entiende), qué es un presupuesto (70 %), pero es un vocabulario muy común. En cambio, no saben qué es el rendimiento de una inversión, o un tipo de interés, o un tipo de cambio. Hay que cambiar el currículo y que los formadores tengan claro cómo aplicarlo, en qué entorno y en qué actividades”, defiende la experta.
Desde 2008, España tiene una estrategia nacional de educación financiera que se dirige específicamente a los jóvenes. En el currículo de la LOMLOE, aprobado en 2022, el Ministerio de Educación estableció ocho competencias clave de carácter transversal que los alumnos de entre seis y dieciocho años deben adquirir. Además, se ofrecen asignaturas optativas de educación financiera en la ESO y en bachillerato, a pesar de que no son obligatorias para todos los estudiantes.
“Está demostrado que existe una fuerte correlación entre las competencias financieras y las competencias numéricas. En el informe, los estudiantes indican que donde aprenden mayoritariamente temas económicos y financieros está en asignaturas como matemáticas y ciencias sociales. Es por tanto necesario que se eduque también a los educadores en materia financiera porque no han sido educados en ella y para que se pueda incorporar también en otras materias”, comenta Ruiz-Dotras. Según el informe, hay un 17% de los estudiantes españoles que no tienen una base mínima que les permita tomar decisiones financieras informadas en su vida.
Para Ruiz Dotras, “las finanzas deberían ser obligatorias en el sistema educativo, y siempre con un fuerte componente práctico. La teoría es muy bonita, pero a la práctica intervienen otros elementos, como también pasa en otros muchos ámbitos, por ejemplo, cuando tienes que sacarte el carné de conducir. Todo lo que suponga una práctica en el mundo real mejora las competencias financieras. Y mantener el contacto con la vida real es la mejor práctica, es la que llevará a un mayor aprendizaje”, concluye.