Los
Papeles de Panamá han puesto patas arriba la política internacional dejando a varios dirigentes internacionales en una posición complicada. La última víctima ha sido patria. La cabeza del ministro de Industria,
José Manuel Soria, ha rodado después de una semana desmentidos tras aparecer en documentos de una sociedad bahameña. Al final la presión mediática con nuevas revelaciones en otras
empresas offshore y sus confusas aclaraciones, le han obligado a renunciar a su cargo que era provisional. Pero también le ha costado su puesto a
Edmundo Rodríguez Sobrino, presidente ejecutivo de la Sociedad Interamericana Aguas y Servicios (Inassa), filial de la compañía pública Canal de Isabel II. El Gobierno de Cristina Cifuentes le ha cesado después que su nombre apareciera a varias entidades ‘offshore’ radicadas en Hong Kong.
Después de dos semanas desde la publicación de la filtración, la lista de nombres involucrados va creciendo y también de damnificados. El primero en caer fue el primer ministro de Islandia, Sigmundur Gunnlaugsson. Pero las revelaciones está poniendo en serios apuros al presidente de Argentina, Mauricio Macri, que incluso ha sido imputado por un fiscal federal, y al premier británico, David Cameron, que ha tenido que reconocer públicamente que se benefició de los fondos que tenía su padre en el extranjero.
Las informaciones han golpeado con fuerza a la reputación del líder chino Xi Jinping, quien ha jurado dar batalla contra los "ejércitos de corrupción" de su país, al igual que el presidente ucraniano Petro Poroshenko, quien se ha posicionado como un reformador en un país sacudido por escándalos de este tipo., un líder que precisamente impulsa una reforma de los paraísos fiscales.
Los documentos de Mossack Fonseca han permitido rastrear las huellas del tráfico de diamantes en África, el mercado internacional del arte y otros negocios que se benefician del secretismo. La firma ha prestado servicios a tantos miembros de la realeza del Medio Oriente que todos ellos podrían llenar un palacio.
Entre ellos, destacan dos reyes, Mohammed VI de Marruecos y el rey Salman de Arabia Saudí, a quienes Mossack Fonseca ayudó a salir al mar en lujosos yates. La investigación también ha penetrado en un enjambre de maniobras encubiertas por parte de bancos, compañías y personas vinculadas al líder ruso Vladimir Putin. Según los archivos, compañías offshore vinculadas a esta red movieron dinero en transacciones de hasta 200 millones de dólares a la vez. Asociados a Putin, disfrazaron pagos, fecharon incorrectamente documentos y ganaron influencia oculta dentro de las industrias de medios y automóviles en Rusia.