La amortización se corresponde con la emisión de bonos convertibles y canjeables que la sociedad cerró en marzo de 2011 por importe nominal inicial de 200 millones de euros, con vencimiento 1 de mayo de 2016. La compañía, que en los últimos meses ha sufrido por su exposición a Repsol, logró sin embargo en 2015 […]
Dirigentes Digital
| 02 may 2016
La amortización se corresponde con la emisión de bonos convertibles y canjeables que la sociedad cerró en marzo de 2011 por importe nominal inicial de 200 millones de euros, con vencimiento 1 de mayo de 2016.
La compañía, que en los últimos meses ha sufrido por su exposición a Repsol, logró sin embargo en 2015 los mejores resultados de los últimos años al obtener un beneficio neto de 370 millones, frente a los 33 millones de 2014. Pero las cuentas están infladas gracias a la venta de su filial inmobiliaria Testa a mitad de año que generó unas plusvalías de 1.280 millones de euros.
Sacyr sigue teniendo los mismos problemas que le obligaron a realizar esta operación para reducir su elevado endeudamiento. Parte de la culpa la tiene su participación del 8,5% en Repsol que tiene una deuda asociada de 1.613 millones. El castigo que está recibiendo la petrolera por el desplome del petróleo que ha provocado pérdidas de 1.200 millones y su mala evolución bursátil tuvo un impacto negativo en la cuenta de Sacyr de 478 millones. Según detalla la empresa, 105 millones corresponde al porcentaje de las pérdidas registradas por la petrolera y 373 millones por el ajuste de valor realizado para adecuar el valor de la participación.
La deuda neta del grupo asciende a 4.180 millones, que supone un 34% menos que en 2014. El recorte se explica por la desaparición de la deuda asociada a Testa, que ascendía a 1.688 millones, y a la amortización de 611 millones en el pasivo vinculado a la participación de Repsol. Sacyr logró refinanciar el préstamo con el que elevó su participación por encima del 20% durante 2015 y redujo la deuda con parte de los ingresos obtenidos por Testa.