En su discurso, el Sumo Pontífice hizo un llamamiento a recuperar el "humanismo Europeo" y realizó una especial mendión a la crisis de refugiados: "Sueño una Europa, donde ser emigrante no sea un delito, sino una invitación a un mayor compromiso con la dignidad de todo ser humano. Sueño una Europa donde los jóvenes respiren […]
Dirigentes Digital
| 07 may 2016
En su discurso, el Sumo Pontífice hizo un llamamiento a recuperar el "humanismo Europeo" y realizó una especial mendión a la crisis de refugiados: "Sueño una Europa, donde ser emigrante no sea un delito, sino una invitación a un mayor compromiso con la dignidad de todo ser humano. Sueño una Europa donde los jóvenes respiren el aire limpio de la honestidad, amen la belleza de la cultura y de una vida sencilla, no contaminada por las infinitas necesidades del consumismo; donde casarse y tener hijos sea una responsabilidad y una gran alegría, y no un problema debido a la falta de un trabajo suficientemente estable".
El Papa también tuvo palabras para los políticos comunitarios, a quienes les pidió "políticas realmente eficaces", e invitó a "hacer memoria" y "escuchar la voz de nuestros antepasados". "La memoria no sólo nos permitirá que no se cometan los mismos errores del pasado, sino que nos dará acceso a aquellos logros que ayudaron a nuestros pueblos a superar positivamente las encrucijadas históricas que fueron encontrando", subrayó.
Sobre el diálogo, el Santo Padre explicó que estamos "invitados a promover una cultura del diálogo, tratando por todos los medios de crear instancias para que esto sea posible y nos permita reconstruir el tejido social" y destacó la necesidad de "crear puestros de trabajo dignos y bien remunerados", especialmente para los jóvenes, "lo requiere la búsqueda de nuevos modelos económicos más inclusivos y equitativos, orientados no para unos pocos, sino para el beneficio de la gente y de la sociedad".