Según un comunicado publicado por el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), esta sería la sanción económica más alta impuesta en sus dos años de actividades y se debe a una "proporción elevada de intentos de llamada fallidos" de Pegaso, propiedad de Telefónica.
La empresa, la segunda más grande dentro del mercado de telefonía móvil de México después de América Móvil, propiedad del magnate Carlos Slim, tiene 15 días hábiles para impugnar la decisión del IFT una vez que reciba el aviso.
La decisión fue tomada por el pleno del organismo con cinco votos a favor y dos en contra, tras un procedimiento administrativo seguido en el IFT "en cumplimiento de su mandato de supervisar y vigilar la adecuada prestación de los servicios a los usuarios".
Este comunicado reza que, "como parte de dicho mandato y de manera permanente, el IFT realiza el monitoreo y análisis de la calidad de los servicios de telecomunicaciones que prestan los diversos concesionarios. Durante dichos procesos, el 21 de enero pasado concluyó el realizado en la ciudad de León, Guanajuato. Como resultado de ese proceso, se comprobó que Pegaso PCS S.A de C.V., tuvo una proporción elevada de intentos de llamada fallidos, por lo que de conformidad con la Ley, se inició un procedimiento de sanción en el que se concedió a la empresa concesionaria el pleno ejercicio de sus garantías de audiencia y legalidad".
Según ha confirmado la compañía en un comunicado, la sanción le parece "desproporcionada e injustificada y al haber determinado que el fundamento jurídico y la evaluación técnica con la que está elaborada no son correctos". DIRIGENTES se ha puesto en contacto con Telefónica, pero no ha querido hacer ningún comentario al respecto.
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