El consejero de la entidad alemana Josef Paul confirmaba que el banco "ha contactado con todos los principales inversores para que lo tengan en cuenta" y subrayó que "si uno no crea incentivos para que haya cambios, entonces nada cambia", según Bloomberg.
El banquero reconoció que los clientes, advertidos de la nueva política de Raiffeisenbank Gmund, "han reaccionado de diferentes maneras", puesto que en un caso, tras contactar con otra entidad, uno de los clientes retiró dos millones de euros, mientras que para otros clientes se han encontrado alternativas de inversión.
El consejero de la entidad bávara subrayó que la decisión ha venido motivada por la política monetaria del BCE, ya que un millón de euros en depósitos le cuesta al banco actualmente 4.000 euros anuales.
El BBVA ya reconoció en abril que había comenzado a cobrar a grandes
empresas por este tipo de operaciones. Cada vez que se pregunta al sector, hasta ahora habían considerado una posibilidad remota cobrar a clientes minoristas.