El precio del petróleo ha pasado de rondar los 100 dólares por barril a desplomarse hasta la mitad del precio. En un panorama donde los analistas apuntan que este precio bajo del crudo puede mantenerse, las empresas ven cómo esto afecta a sus resultados. Por un lado aquellas compañías más dependientes del crudo ven mejorar sus perspectivas mientras que en aquellas donde sus ingresos dependen del precio de esta materia prima están viendo como sus resultados no serán los esperados.
En el lado de los ganadores, el turismo cotiza al alza sobre todo en el caso de las aerolíneas. La Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA) revisó las previsiones para las compañías aéreas en diciembre del año pasado. La asociación aumentó la previsión de los beneficios netos desde los 14.100 millones de euros anteriores hasta los 15.600 millones de euros para 2014. Para este ejercicio, la asociación estima que los beneficios aumentarán un 25% hasta marcar los 19.600 millones de euros.
Estas buenas perspectivas también se están reflejando en el comportamiento de las compañías en Bolsa. En el caso de Iberia, la compañía acumula una subida del 6,8% en lo que va de año que han llevado a los títulos de la compañía a valer 3,42 euros. Por su parte, British Airways acumula una subida modesta del 1,45%.
¿Y podrían mejorar más?
En el caso de las aerolíneas a pesar de haber visto cómo mejoran sus perspectivas existe un lastre que le hace no ver mejorar todavía más sus cuentas. Las compañías trabajan con seguros a largo plazo para protegerse de los vaivenes del mercado, que normalmente han estado llevando el petróleo al alza. Así, las compañías pueden hacer sus previsiones sin temor a que les bailen demasiado los números. Sin embargo, ahora estos seguros se vuelven en su contra porque el petróleo en vez de subir ha bajado.
Las aerolíneas no aseguran todo el combustible, pero sí que sus porcentajes pueden variar entre el 30% y el 60% en función de las perspectivas o del perfil de riesgo de la aerolínea. En este caso, la primera bajada que se vivió a mediados de 2014 hizo que algunas de las compañías ampliaran sus seguros porque podían hacerlo a un precio más bajo dado que no esperaban las fuertes bajadas que se han seguido viviendo.
Las más castigadas: Las petroleras
Las empresas que más salen perdiendo en este nuevo panorama internacional son las productoras de petróleo que ven como sus beneficios pueden reducirse dado que baja el precio de su principal producto. Asimismo, estas compañías pueden comenzar a ver que existen algunas explotaciones que no son rentables a este precio. La Agencia Internacional de la Energía, por ejemplo, señala que las extracciones de petróleo de aguas profundas dejan de ser rentables cuando el barril del petróleo baja por debajo de los 60 dólares por barril.
La caída del petróleo también tiene influencia en otras inversiones energéticas dado que con un petróleo tan bajo puede no compensar realizar investigaciones en determinadas áreas. Este es el caso de las energías renovables, por ejemplo.
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