Wall Street estará pendiente la próxima semana de una oleada de indicadores estadounidenses coronados por el dato de empleo que se conocerá el viernes y que podría ser decisivo para las expectativas de futuras subidas de tipos de interés y la volatilidad de un mercado de acciones en máximos. Los nuevos datos sobre empleo y […]
Dirigentes Digital
| 27 ago 2016
Wall Street estará pendiente la próxima semana de una oleada de indicadores estadounidenses coronados por el dato de empleo que se conocerá el viernes y que podría ser decisivo para las expectativas de futuras subidas de tipos de interés y la volatilidad de un mercado de acciones en máximos.
Los nuevos datos sobre empleo y confianza consumidora podrían ayudar a los inversores a reafirmar las expectativas que apuntan a una subida de tipos en diciembre o dar la razón a una minoría de estrategas que predicen un alza de las tasas incluso el próximo mes.
La presidenta de la Reserva Federal, Janet Yellen, dijo el viernes que hay argumentos más fuertes para una subida de tipos, pero dejó abierta la puerta sobre el momento para tomar la decisión del que sería el primer endurecimiento monetario desde diciembre de 2015.
"Puso a los mercados sobre aviso de que le gustaría subir los tipos, lo que significa que el dato de empleo del viernes es muy importante. El componente salarial, la duración de la semana laboral y los tipos de contratos, también son cruciales a la hora de extrapolar estos datos a la inflación", dijo Quincy Krosby, estratega de mercado de Prudential Financial en Newark, New Jersey.
Tras el discurso de Yellen, los precios de los futuros de los fondos federales mostraban que los inversores ven una probabilidad aproximada de un 60 por ciento de un alza de tipos en diciembre, por encima de la probabilidad de poco más del 50 por ciento del jueves.
Respecto a la probabilidad de una subida de tipos en septiembre, aumentó tras el discurso de Yellen al 36 por ciento desde el 21 por ciento del jueves. Casi una década de tipos de interés ultra bajos ha ayudado a impulsar los precios de las acciones a máximos históricos, incluso cuando la economía muestra un ritmo de expansión tibio y grandes compañías estadounidenses luchan con más de un año de descensos en sus beneficios.
Las expectativas de un repunte de los tipos probablemente prolongarán una reciente tendencia de los inversores de vender valores con elevados dividendos, como eléctricas o empresas de telecomunicaciones, en favor de sectores más ligados a la expansión económica como financieras o industriales. Ahondando la importancia de los próximos datos del mercado de trabajo, Yellen apuntó al reciente repunte del empleo y, en su esperado discurso tras una reunión de banqueros centrales en Jackson Hole, Wyoming, dijo que la Fed esperaba que la economía siguiese expandiéndose.
"La presidenta Yellen puso una lupa en el informe de empleo del viernes. Creo realmente que va a ser un factor determinante para marcar la dirección del mercado", dijo David Schiegoleit, director gerente del banco estadounidense Private Client Reserve en Los Angeles.
Se espera que el dato de empleo de agosto muestre que la economía estadounidense ha creado 180.000 puestos de trabajo este mes tras generar 255.000 en julio, de acuerdo con un sondeo de Reuters. La proyección es que la tasa de desempleo pueda ceder una décima al 4,8 por ciento.
Otros datos que estarán la próxima semana en el ojo de los inversores incluirán el gasto al consumidor que se publica el lunes, la confianza consumidora del martes o las ventas de coches y actividad empresarial previstos para el jueves. El índice S&P 500 cayó el viernes por quinta vez en seis sesiones, pero solo está un uno por ciento por debajo de su récord fijado a principios de mes. "Cualquier impulso potencial en los datos de consumo o empleo podrían ser muy útiles para apoyar los precios de las acciones desde los niveles actuales", dijo Jon Adams, estratega de inversiones de BMO Global Asset Management en Chicago.