Tres razones ha dado Mariano Rajoy para haber aceptado el encargo del Rey a intentar formar Gobierno: la urgencia para formar Gobierno, que el Partido Popular ha sido la opción más votada y que "no hay una alternativa razonable". Mariano Rajoy ha comenzado sus discursos señalando la parálisis política que vive el país, con dos […]
Dirigentes Digital
| 30 ago 2016
Tres razones ha dado Mariano Rajoy para haber aceptado el encargo del Rey a intentar formar Gobierno: la urgencia para formar Gobierno, que el Partido Popular ha sido la opción más votada y que "no hay una alternativa razonable".
Mariano Rajoy ha comenzado sus discursos señalando la parálisis política que vive el país, con dos elecciones y, por ahora, una investidura fallida. Europa ha permitido que el déficit español no tenga que bajar del 3% hasta 2018, pero Rajoy ha señalado que no pueden aplazarse más las medidas de control de déficit, la principal razón por la que considera que debe ser investido en la sesión de mañana.
El candidato popular ha querido destacar los últimos datos económicos que sitúan a España como el país europeo que crea más empleo a pesar de contar con un Gobierno en funciones. "Pero todo tiene un límite y esto puede cambiar", ha advertido Rajoy. "Los españoles han comenzado a ver un horizonte de esperanza después de la crisis y no sería justo nublar ese horizonte por culpa de la parálisis política", ha destacado Rajoy.
"Mi propuesta es la única real para que España no sea una aventura de radicalismo, ineficacia e incertidumbre", ha señalado Rajoy, quien insiste en que a no ser que se quiera "juguetear con la paciencia de los españoles" o ir a unas terceras elecciones, su Gobierno es la única alternativa "razonable".
"Mi prioridad es el empleo", ha declarado Rajoy, quien ha remarcado a lo largo de su discurso que su objetivo es alcanzar los 20 millones de trabajadores para el año 2020.
La gran coalición
Rajoy ha destacado en su discurso que España necesita un Gobierno "fuerte" y "sin hipotecas", es decir, en el que el resto de las fuerzas parlamentarias no puedan frenar sus propuestas, en un claro guiño a un pacto de Gobierno con el Partido Socialista, algo que, según los populares, sería la única opción de estabilidad y fortaleza de Gobierno. "El Gobierno no es un fin en sí mismo, sino un instrumento para dar respuesta a los problemas de España", ha señalado, reiterando que "a España no le sirve un Gobierno de un año": "Estamos engañando a los españoles diciéndoles que podemos apañarnos con un Gobierno efímero".
Los resultados electorales exigen un Gobierno de acuerdos, ha destacado Rajoy, por lo que se ha vuelto a referir a la necesidad de un Gobierno de coalición como a alcanzar acuerdos puntuales con las principales fuerzas en las materias básicas. "Propuse un acuerdo similar al que rige en las instituciones comunitarias y con el que se está haciendo frente a los populismo antieuropeos", ha declarado Rajoy, "porque creo que es la mejor manera de interpretar la realidad que los españoles definieron con sus votos".
"Restan problemas a los que atender y los atajaríamos de manera más eficaz si contáramos con mayor respaldo", ha advertido el candidato popular. Ante esto, ha señalado que el acuerdo alcanzado con Ciudadanos y Coalición Canaria "permite aprovechar todo nuestro potencial como nación para situarnos como potencia económica de primer orden", por lo que ha señalado que se encuentra "abierto al resto de fuerzas de la Cámara".
Rajoy ha ofrecido al resto de fuerzas de la Cámara, y en especial al PSOE, negociar para diseñar un "modelo estable" de consenso sobre los servicios públicos para "preservar la igualidad y la solidaridad" para los españoles. Durante el resto del discurso, Rajoy ha repasado las medidas económicas acordadas con Ciudadanos y otras incluidas en su programa electoral (rebaja de impuestos, ampliar la tarifa de 50 euros a los autónomos de seis meses a un año…). Igualmente, Rajoy ha declarado que convocará el Pacto de Toledo para garantizar las pensiones y la creación de un pacto de Estado por la Educación y el I+D.
También ha dedicado parte de su tiempo a hablar de Cataluña y el desafío soberanista para hacer un llamamiento a la legalidad. "Nuestra primera obligación es preservar la soberanía nacional", ha señalado Rajoy.
Crónica de una investidura fallida
Íñigo Errejón ha calificado el discurso de Rajoy como "mediocre": "Ha sido un discurso que no quería convencer a nadie, sino que España se resignara". Errejón considera que el proyecto del dirigente popular es "continuista" y reafirma que Unidos Podemos dirá no. Errejón ha insistido en que "hay otra alternativa", al igual que Alberto Garzón (IU), en un claro guiño a una opción socialista, algo que Pedro Sánchez mantiene descartada. Xavier Domènech (En Comú Podem) considera que Rajoy ha pedido un "cheque en blanco" a la ciudadanía española.
En la misma línea se ha pronunciado el portavoz socialista, Antonio Hernando, quien ha declarado que el discurso de Rajoy no les da "ninguna razón" para darle su confianza.
En cuanto a Ciudadanos, Juan Carlos Girauta, ha señalado que el contenido del discurso incluía "algunas" de las exigencias de Ciudadanos; sin embargo, advierte de que será un Gobierno estable siempre que el Partido Popular se ciña al acuerdo firmado por ambas fuerzas. Girauta ha destacado que algunas medidas importantes no se han explicado, algo que hará mañana Albert Rivera en su intervención. Desde Ciudadanos han echado en falta una petición expresa al PSOE para conseguir su abstención, algo que interpretan como una "falta de fe" por parte de Mariano Rajoy.
Ana Oramas, portavoz de Coalición Canaria, por su parte, se ha mostrado satisfecha con los compromisos de Mariano Rajoy para con la comunidad de Canarias.
El resto de la oposición ha asegurado que dirá también ‘no’ tanto en la primera votación del miércoles (necesitaría 6 apoyos para alcanzar la mayoría absoluta) como en la segunda el viernes (bastaría con 11 abstenciones para la mayoría simple). "Rancio", "previsible" o "aburrido" son algunos de los adjetivos utilizados por los partidos de la oposición.
Algunas voces ya apuntan a que Rajoy volverá a intentar una nueva investidura el próximo mes de octubre, una vez pasadas las elecciones vascas y gallegas, y seguirá ‘pico y pala’ intentando negociar con Pedro Sánchez, quien parece que tiene clara su posición, aún desoyendo las recomendaciones de algunos barones socialistas de hace unos meses.
Si España no tiene presidente del Gobierno estos meses, el próximo 25 de diciembre los españoles estaremos llamados a las urnas para asistir a algo insólito en la Historia de España: unas terceras elecciones generales.