La introducción de una tasa de "paseos seguros" por parte de Uber provocó la ira de los clientes molestos que tenían que pagar una cuota por su seguridad. En concreto, esta tasa empezó siendo de un euro por trayecto, pero el pasado otoño, la compañía decidió subirla hasta 2,5 euros por viaje. Según explica Bloomberg, […]
Dirigentes Digital
| 01 sep 2016
La introducción de una tasa de "paseos seguros" por parte de Uber provocó la ira de los clientes molestos que tenían que pagar una cuota por su seguridad. En concreto, esta tasa empezó siendo de un euro por trayecto, pero el pasado otoño, la compañía decidió subirla hasta 2,5 euros por viaje.
Según explica Bloomberg, un documento desvela que en los dos últimos años, esta tasa ha reportado a las arcas de la compañía 445 millones de dólares. Sin embargo, también ha dado a la compañía de economía colaborativa algún que otro quebradero de cabeza ya que en 2014, un viajero demandó a Uber afirmando que a pesar de haber pagado la tasa, habían sido engañados acerca de la seguridad del vehículo y el viaje.
Los demandantes alegan que los chequeos de antecedentes penales a los conductores de Uber son "más laxos de lo que parece". Esta semana, un magistrado de San Francisco les ha dado la razón y ha rechazado la propuesta de compensación de la firma.
En abril, la multinacional pagó 10 millones de dólares en California después de que un fiscal denunciara que los chequeos de antecedentes no detectaron a conductores condenados por asesinato, secuestro, robo en domicilio y atraco.