Con los mercados en calma, las empresas han aprovechado esta oportunidad para volver al mercado. Las compañías tienen diferentes objetivos en esta búsqueda de financiación mientras que algunas lo hacen enfocándose a proyectos concretos, otras tratan de rebajar su exposición a la deuda bancaria. Por su parte, los inversores se acercan a ellas en busca de una mayor rentabilidad de la que ofrece la renta fija soberana.
"Estamos en un momento óptimo para las emisiones. Todos los bonos soberanos están subiendo y las TIR están presionando a la baja. Tras las medidas del BCE parece que ese va a ser el escenario general. Así, la renta fija corporativa va a interesar a los inversores por tener una rentabilidad más alta", explica Joaquín Robles, analista de XTB, a DIRIGENTES.
El banco Santander colocó 1.500 millones de bonos contingentes convertibles, los conocidos como CoCos, por un plazo de siete años a un interés del 6,25% a comienzos de mes. Esta emisión, para la que se contactó a inversores internacionales, es la tercera que realiza la entidad de este tipo de instrumento. En marzo colocó la misma cantidad al mismo tipo de interés, pero con un plazo de cinco años; mientras que en mayo realizó una emisión por otros 1.500 millones de dólares a un interés del 6,375% a cinco años.
¿Rentabilidades, a la baja?
La evolución de las rentabilidades podrá ir ajustándose en función de la demanda de los inversores y del panorama internacional. Si los bonos siguen ofreciendo una rentabilidad menor mientras que la demanda se interese por esta renta fija corporativa puede producirse un ajuste de lo que se pague por esta deuda, explica Robles.
El anuncio de Mario Draghi realizado la semana pasada de que el BCE comenzará la compra de activos parece haber convencido a los mercados. Esta tranquilidad ha acabado, por lo menos de momento, con las fuertes tensiones en los mercados de renta fija soberana. A pesar que los indicadores macroeconómicos de crecimiento no terminen de arrancar, atrás parecen haber quedado las grandes dificultades de los países periféricos para financiarse.
La compra de E-Plus ha sido la razón de Telefónica para realizar una emisión de 1.500 millones de bonos convertibles en acciones. La operadora comunicó a la CNMV esta emisión dirigida a inversores cualificados, con un plazo de tres años. El interés fijo anual de estos bonos se situará entre el 4,5% y el 5% anual. La compañía prevé que el desembolso de los bonos se produzca el 24 de septiembre.
La constructora ACS ha decidido retomar su plan de emisión de deuda después de tener que suspender en julio una emisión de 500 millones de euros tras las turbulencias generadas en los mercados por la crisis del Banco Espíritu Santo. Unos problemas en los mercados que también afectaron a la emisión de deuda que en ese momento tenía prevista el Banco Popular, que también optó por suspenderla.
Por su parte, Acciona colocó a principios de mes una emisión de obligaciones simples a tres años por un total de 70 millones de euros a un tipo de interés del 3% anual. Esta colocación seguía a la realizada en julio por la empresa y ambas están enmarcadas dentro del programa de emisión de deuda que registró la compañía en la Bolsa de Irlanda. La compañía presidida por José Manuel Entrecanales inició el año pasado un plan de ajuste con una estrategia dirigida hacia la disminución de la deuda bancaria en busca de una mayor diversificación de la financiación.
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