El Grupo Isolux Corsán cerró el primer semestre del año con una cifra de negocio de 768 millones de euros, un beneficio bruto operativo (EBITDA) de 50 y unas pérdidas de 272. Estos resultados no recogen aún el impacto del acuerdo de refinanciación firmado a finales de julio y son difícilmente comparables con los del […]
Dirigentes Digital
| 30 sep 2016
El Grupo Isolux Corsán cerró el primer semestre del año con una cifra de negocio de 768 millones de euros, un beneficio bruto operativo (EBITDA) de 50 y unas pérdidas de 272. Estos resultados no recogen aún el impacto del acuerdo de refinanciación firmado a finales de julio y son difícilmente comparables con los del mismo período del año anterior como consecuencia de la operación de traspaso de activos de concesiones realizada con PSP.
Los resultados del semestre reflejan la caída de la actividad en los proyectos de ingeniería y construcción (EPC) producida por la falta de liquidez del grupo. Esta situación deberá revertirse en los próximos meses tras la inyección de 150 millones de euros realizada a finales de julio como parte del acuerdo de refinanciación. Estos fondos están siendo utilizados para recuperar el ritmo de los proyectos en curso y abordar un plan de pago con los proveedores.
También se aprecia el peso de los gastos financieros, que sumaron 183 millones de euros en el período. Una vez que la homologación judicial permita la implementación en todos sus términos del acuerdo de refinanciación, la situación del endeudamiento será muy distinta, con el fin de facilitar la sostenibilidad del negocio. A ello contribuirá también el recorte de los costes de estructura mediante diversas medidas de ahorro y eficiencia, entre ellas la reducción de un tercio de la plantilla en España.
La compañía ha informado que los procesos de desinversión siguen su curso de acuerdo con el calendario previsto. Los ingresos que generen tales desinversiones serán destinados a la reducción del endeudamiento.
El nuevo equipo gestor que lidera Nemesio Fernández-Cuesta está poniendo en marcha los planes y decisiones que permitan asegurar la viabilidad del grupo, en línea con los compromisos contemplados en el acuerdo de reestructuración. Concentración en la generación de caja, mejor evaluación del riesgo, eficiencia en las operaciones y mayor autonomía y responsabilidad de los gestores operativos son los principios que guían la nueva etapa.