Durante los ejercicios de 2010 y 2011 la entidad ocultó 12.000 millones de dólares de pérdidas por el deterioro de sus activos expuestos a derivados. En 2015, la SEC, la CNMV estadounidense, multó a la entidad con 55 millones de dólares por el maquillaje contables. Desde entonces las dudas no se han despejado del gigante […]
Dirigentes Digital
| 06 oct 2016
Durante los ejercicios de 2010 y 2011 la entidad ocultó 12.000 millones de dólares de pérdidas por el deterioro de sus activos expuestos a derivados. En 2015, la SEC, la CNMV estadounidense, multó a la entidad con 55 millones de dólares por el maquillaje contables. Desde entonces las dudas no se han despejado del gigante alemán, a pesar de que la exposición se ha reducido drásticamente. El volumen de derivados de nivel 3, aquellos de menor liquidez y más complejidad de valoración, en el balance de cierre del primer semestre del año se quedaba en 28.900 millones de euros, frente a los más de 88.000 millones que el banco acumulaba a cierre del ejercicio 2007. El banco publica trimestralmente su exposición, pero no está claro que en caso de turbulencia financiera cuánto capital consumiría. Los derivados están vinculados a activos subyacentes que son los que realmente marcan a la valoración, con lo que es imposible establecer que cobertura necesitaría el banco alemán en caso de necesidad. A ello se suma que el banco en los últimos años ha sido poco transparente con esta cuestión. El fraude cometido fue destapado en 2010 por tres empleados del propio banco. Por primera vez uno ellos ha dado explicaciones a los medios de comunicación a través del blog Promarket. Eric Ben-Artzi, matemático de carrera, detectó prácticas contables que permitían las pérdidas por su exposición a derivados. “El banco estaba inflando su portafolio de derivados de créditos, que era la más grande de su clase en Wall Street. Me di cuenta de que las pérdidas se estaban escondiendo a la vez que el valor se inflaba, hasta el punto de que marcaba la diferencia entre que el banco fuera potencialmente solvente o no”, ha indicado. Ben-Artzi lo reportó a la línea interna del banco y llegó a reunirse con el abogado encargado del departamento encargado de garantizar que se cumpla el marco legal y se eviten sanciones. La respuesta de la entidad fue hacer oídos sordos. De hecho, el abogado le dijo que no hiciera público nada, ya que debía ser tratado como algo confidencial. Ben-Artzi decidió llevar a la autoridad regulatoria del mercado financiero documentación para denunciar las prácticas contables. Ben-Artzi quedar contento con la sanción de 55 millones de dólares, sacó los colores a la SEC. En un reciente artículo en Financial Times explicó su decisión: la SEC es un organismo más en el que las puertas giratorias están a la orden del día. Quien hoy está en Deutsche, mañana puede estar en la SEC y viceversa. Argumenta que desde el regulador no quisieron ir contra los directivos por amiguismo. “En realidad, creo que el montante de la multa era el correcto. El problema se reduce a quién debe pagar”, ha explicado en clara referencia a los directivos. Al final la multa la ha pagado el banco a costa de los accionistas, que están sufriendo la fuerte depreciación que registra las acciones del banco. Ben-Artzi reconoce que su carrera está arruinada en Wall Street, por “chivato”. Pero la odisea de Ben-Artzi no queda aquí. Rechazó la recompensa de 8,5 millones de dólares de la SEC por la denuncia. Wall Street Journal destaca en una análisis que Deutsche Bank tiene unas reservas de liquidez del germano asciende a 223.000 millones de euros, lo que permitiría un manejo en caso de que las turbulencias financieras provocaran un colapso en la valoración de los derivados en cartera. Deutsche Bank se encuentra en pleno proceso de reestructuración con el objetivo de reducir balance, con venta de activos y ajuste de estructura. Precisamente hoy, la entidad ha anunciado que recortará 1.000 empleos más en Alemania, de los proyectados inicialmente. “Estos 4.000 empleos son parte de los 9.000 que va a reducir en todo el mundo para incrementar su competitividad, aplicamos consecuentemente nuestra estrategia de hacer al banco más eficiente”, ha indicado el director de Empleo de Alemania, Karl von Rohr.