Inaugurada en 2005 con un singular proyecto arquitectónico firmado por Javier Arizcúren, recibió el Premio Technal-Aluminier de Arquitectura en 2007 por su integración con el paisaje. El 80% de esta bodega, que es pura innovación, está excavado en una colina, aprovechando así la estabilidad térmica para la crianza de los vinos, además el diseño por gravedad permite la entrada de las vendimias en los depósitos de la bodega sin emplear bombas, […]
Dirigentes Digital
| 14 oct 2016
Inaugurada en 2005 con un singular proyecto arquitectónico firmado por Javier Arizcúren, recibió el Premio Technal-Aluminier de Arquitectura en 2007 por su integración con el paisaje. El 80% de esta bodega, que es pura innovación, está excavado en una colina, aprovechando así la estabilidad térmica para la crianza de los vinos, además el diseño por gravedad permite la entrada de las vendimias en los depósitos de la bodega sin emplear bombas, buscando la mayor integridad de la uva y evitando oxidaciones. Este proyecto se enriquece del proceso de vinificación más tradicional mezclado con las nuevas tecnologías y respaldado por un grupo de inversores de varias comunidades autónomas (La Rioja, País Vasco y Madrid). Entre ellos, cuentan con la extensa experiencia de los hermanos Azpilicueta, descendientes del fundador de las Bodegas AGE (Félix Azpilicueta), y con Eduardo Paternina, actual Marqués de Terán. Sobre el terreno, la Bodega cuenta con cinco hectáreas de viñedos en el propio pueblo de Ollauri, pero además controla unas 30 hectáreas más que aportan los socios de la bodega y proveedores. Estos viñedos con una edad entre los 15 y 50 años se encuentran en Rodezno, Hormilla y Briones mayormente. Puede leer la información completa en la revista DIRIGENTES del mes de octubre