Deutsche Bank, epicentro del terremoto financiero

El mercado ha puesto en jaque al mayor banco europeo. Deutsche Bank se sitúa en el ojo del huracán del desplome bursátil, después de que la firma de análisis CreditSights publicara un secreto a voces. La entidad tendrá problemas para cumplir con los pagos de los bonos convertibles contingentes, afirman los expertos que ponen en duda los cupones de 2017 si persiste el flojo nivel operativo y continúan las provisiones por los costes legales.

El informe trasladado a sus clientes ha provocado toda una reacción en cadena. Disparó los credit default swaps, CDS por sus siglas en inglés, que son seguros de impagos de la deuda hasta los 250 puntos básicos en niveles de 2012 que arrastró a las acciones a unas caídas del 10% y al resto del sector europeo.

El informe trasladado a sus clientes ha provocado toda una reacción en cadena. Disparó los credit default swaps, CDS por sus siglas en inglés, que son seguros de impagos de la deuda hasta los 250 puntos básicos en niveles de 2012 que arrastró a las acciones a unas caídas del 10% y al resto del sector europeo.
 
Las acciones de Deutsche Bank hoy rebotan un 3%, pero el banco tuvo que salir al de las especulaciones afirmando que tiene capacidad de pago para los CoCos. La entidad emitió este tipo de deuda para reforzar capital. Este ejercicio tendrá que abonar 350 millones el próximo 30 de abril. El banco asegura que tiene disponible liquidez por 1.000 millones para afrontarlos.
 
Pero el problema viene el próximo año cuando vencen 4.300 millones para evitar el canje automático en acciones. CreditSights duda que pueda cumplir con el pago si se complica el escenario para la entidad. La entidad alemana solo tiene provisionados con 1.900 millones. Para el resto espera obtener 1.600 millones con la venta de su participación del 19,99% en el banco chino Hua Xia Bank y generar suficiente capital durante este ejercicio.
 
Según ha informado Financial Times, el banco alemán podría estar considerando la posibilidad de lanzar un multimillonario plan de recompra de bonos sénior, en un intento por tranquilizar a sus inversores y a sus propios trabajadores.
 
Llueve sobre mojado
 
A todo esto se une la difícil situación financiera que atraviesa la entidad. Deutsche adelantó un avance de los resultados, en los que registró  importantes pérdidas, incluso más de los 6.200 millones de euros con los que el banco preveía llegar a septiembre de 2015. Se trata del primer año desde 2008 que el banco no obtiene beneficios; el pasado 2014, la entidad registró un beneficio de 1.700 millones de euros. El agujero del gigante alemán se disparó hasta los 6.800 millones.
 
El banco ha explicado en un comunicado que este aumento en las pérdidas en el cuarto trimestre se ha debido a unos costes imprevistos, la mayoría de los cuales no son deducibles de impuestos, de 1.200 millones de euros, relacionados con los litigios a los que ha tenido que enfrentarse la empresa (por ejemplo, el caso de manipulación del Euríbor y el Líbor).  La entidad tiene previsto que durante este ejercicio los costes judiciales asciendan hasta 1.000 millones más.
 

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