Mariano Rajoy ya es presidente. No descubro nada nuevo, esto ya lo sabía desde hace tiempo hasta el más pequeño de los ‘locos bajitos’ de este país. Viendo la composición de su Gobierno, Rajoy ha querido mantener a los primeros espadas a nivel económico, y no ha dado sorpresas en cuanto a la renovación en el partido que […]
Dirigentes Digital
| 04 nov 2016
Mariano Rajoy ya es presidente. No descubro nada nuevo, esto ya lo sabía desde hace tiempo hasta el más pequeño de los ‘locos bajitos’ de este país. Viendo la composición de su Gobierno, Rajoy ha querido mantener a los primeros espadas a nivel económico, y no ha dado sorpresas en cuanto a la renovación en el partido que pedía toda la oposición e, incluso, algunos miembros de sus propias filas. Parece que algunos han respirado tranquilos por haberse evitado pasar un bonito día de Navidad en los colegios electorales, pero aun así los ciudadanos no las tienen todas consigo. Ningún dirigente político ha puesto encima de la mesa los problemas que realmente importan en España: ¿Qué va a pasar con los compromisos de cumplimiento de déficit exigidos por Bruselas? ¿Qué fórmulas se van a llevar a cabo para terminar con la altísima tasa de paro? ¿Qué medidas se van tomar para facilitar que las empresas creen empleo estable? ¿Qué va a pasar con un país que se las da de desarrollado pero que tiene el índice de pobreza infantil más alto de la OCDE? ¿Qué proyectos se van a proponer para acabar con el lastre de las reformas educativas, que nos han dejado la mayor tasa de ‘ninis’ (jóvenes que ni estudian ni trabajan) de la Historia? Parece que los políticos se han olvidado de las reformas estructurales que España tiene pendientes, un país en el que cada vez menos jóvenes cualificados quieren trabajar, y lo mismo ocurre con las empresas, que hace tiempo que abandonaron el barco español para poner rumbo a otros mercados. El que era Gobierno en funciones remitió a mediados del pasado mes de octubre a Bruselas el plan presupuestario para 2017, que incluye las previsiones de ingresos y gastos, y el conocido como informe de acción efectiva, que recoge las medidas adoptadas para asegurar el cumplimiento del objetivo de déficit de este año (4,6%) y registrar un déficit del 3,6% en 2017. Con esto, quedaría pendiente un ajuste de 5.000 millones para cumplir el objetivo comprometido. ¿Funcionará? Una vez más, en DIRIGENTES volvemos a resaltar (como llevamos haciendo desde hace más de una década) la importancia de eliminar ‘grasa’, gasto público, en vez de seguir subiendo impuesto a ciudadanos y empresas. Como ‘para gustos hay colores’, no pasa nada, dirán algunos. Mientras Rajoy vuelva a asegurarse su silla otros tantos añitos más, vamos bien. Aunque, con un Gobierno en minoría, no sabría decirles de cuántos ‘añitos’ estamos hablando. Pero, si lo piensan bien: ¿Qué otras opciones hay? La izquierda está más desunida que nunca. No han logrado ponerse de acuerdo para proponer a los ciudadanos una alternativa fiable, y muy probablemente a partir de ahora tampoco encontrarán puntos comunes para ejercer una oposición responsable. Bastante tienen con intentar arreglar sus crisis internas. Ante este galimatías, siempre nos quedan los números. Es el lado positivo, en el que se escudan los dirigentes políticos: la previsión de crecimiento económico para España (de en torno al 3%) que arrojan los principales organismos internacionales y que coinciden con los cálculos del Ejecutivo español. Aunque todavía quedan muchas cosas por hacer, no nos queda otra: Echémoslo a suertes y confiemos en que ‘la jugada maestra’ de Rajoy funcione. Laura Sánchez, directora de DIRIGENTES