Las palabras de Draghi han tenido una respuesta seria en los mercados. La lectura que han dado los inversores es que va el BCE va a aplicar más pronto que tarde medidas de estímulo económico para la economía europea.
El euro cae con fuerza contra el dólar un 0,5%, en el nivel más bajo de cuatro años y medio. La cotización de la deuda también registra un fuerte impacto. El interés de la deuda española a 10 años ha bajado al 1,532%, lo que supone un nuevo récord desde la puesta en marcha del euro en 1999, y el bund alemán repunta para dejar la prima de riesgo por debajo de los 100 puntos básicos, por primera vez desde 2010.
El banquero ha dicho en una entrevista al diario alemán Handelsblatt que "nos estamos preparando técnicamente para modificar a comienzos de 2015 la amplitud, el ritmo y el carácter de los medios a poner en marcha si se revela necesario reaccionar ante un largo periodo de deflación muy débil".
El riesgo de deflación se está comenzando a reflejar en las estadísticas oficiales. El pasado martes, la economía española acumula ya seis meses consecutivos con tasas anuales de IPC en negativo, según el INE. El último dato de diciembre muestra un descenso de siete décimas hasta el -1,1%. En la zona euro, la inflación alcanzaba a solamente 0,3% en noviembre y las previsiones contemplan que pasará rápidamente a cifras negativas, a causa de la caída de los precios del crudo.
Sobre perspectivas económicas, Draghi subrayó que Europa se encuentra en un largo periodo de debilidad, pero se manifestó "prudentemente optimista" para 2015. "Pienso que la combinación de nuestra política monetaria con las reformas de Estado devolverá mucha de la confianza perdida. La economía en todos los países de la zona euro registrará crecimiento el año próximo".
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