El sistema sanitario español no gana para sustos. Un nuevo brote de legionela en Ripollet tiene en alerta a la Generalitat de Cataluña: se han detectado cinco afectados y tres fallecidos tal y como ha comunicado este martes el secretario de la Agencia de Salud Pública de la Generalitat, Antoni Mateu.
Éste, se une al brote de legionella de Sabadell, que suma ya 34 afectados de los que cuatro han fallecido. La agencia de salud de la Generalitat ha analizado y tratado 21 instalaciones y 38 torres de refrigeración donde consideran puede encontrarse el foco de la infección.
La legionella es una enfermedad que no se transmite de persona a persona sino por la inhalación de agua pulverizada. Por esto, habitualmente los focos de infección suelen encontrarse en instalaciones de refrigeración.
La semana pasada, desde organismo de salud catalán aseguraban que se había trazado un mapa de los posibles focos de infección a través de los testimonios de los enfermos y sus familiares cercanos. Una vez detectados estos lugares se había procedido a sus análisis y desinfección. Sin embargo, todavía era necesario que transcurriera un periodo de tiempo para poder dilucidar si se había encontrado el foco.
Segundo repatriado por ébola
Durante la madrugada del lunes llegaba el segundo enfermo de ébola repatriado a España. El misionero español Manuel García Viejo ingresaba en el hospital Carlos III en situación "grave". García Viejo ha sido repatriado desde Sierra Leona y sus riñones e hígado están bastante afectados, según comunicaron desde el centro
Además, del caso del religios, se han detectado varios posibles casos de esta enfermedad dentro de España durante estos últimos días. Concretamente una mujer en Menorca que ha trabajado como cooperante en África ha hecho saltar el dispositivo que está preparado en caso de que se trate de ébola. La mujer acudió el domingo al Hospital MAteu Ofila de Mahón y se le hospitalizó en un habitación aislada hasta comprobar si se trata de un caso de esta enfermedad o no. Tras lo cual ha sido trasladada a Mallorca. La mujer había regresado hace poco de una estancia de seis meses en una región fronteriza entre Senegal y Guinea Conakry.
Una situación que se produce después de que este fin de semana se hubiera activado el protocolo de actuación también en Málaga. En este caso se trataba de un hombre de 40 años y de origen nigeriano. El varón, residente en Antequera, acudió al hospital con fiebre muy alta después de haber viajado a Nigeria.
En la estación de Méndez Álvaro de Madrid también saltó la alarma este domingo cuando un viajero de nacionalidad brasileña llegó a la estación aquejado de fiebre y malestas, sin saber exactamente qué le ocurría. Tras comprobar que en su pasaporte había sellos de haber estado en varios países africanos se procedió a llevar a un hospital para comprobar lo que ocurría. Finalmente quedó descartado el ébola.
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