El negocio exterior amarga el cierre de año a Abengoa

Abengoa está apunto de cerrar el que será el año de su salvación. La energética sevillana ha conseguido en 365 días cerrar acuerdos de reestructuración con sus acreedores españoles, norteamericanos y británicos, además de recuperar el control en la mayoría de sus filiales declaradas en quiebra. Sin embargo, una mancha negra empaña el impoluto expediente de la compañía en 2016: su filial Abengoa México fue declarada en concurso de acreedores el pasado lunes. La sentencia del Juzgado Sexto de Distrito de Ciudad de México cayó como un jarro de agua fría sobre la matriz sevillana, que calificó como “inusual” la decisión de la jueza. De momento el auto no es firme, por lo que Abengoa podrá seguir administrando la subsidiaria y presentar recurso. La quiebra de la filial azteca de Abengoa surge a partir de la solicitud de declaración de insolvencia hecha por uno de los acreedores de la empresa ante el impago de los intereses de unos bonos, por un valor de casi 300.000 euros, según informan medios locales. Los proyectos de Abengoa en México son claves para garantizar su reestructuración en España. En concreto, la planta de generación A3T es una de las piezas centrales de cara a los acreedores junto a su filial en Estados Unidos, Atlantica Yield. Sin embargo, la empresa andaluza ya adelantó en un comunicado que “la decisión se refiere únicamente a Abengoa México, no afectando a ninguna de sus filiales ni a ninguna otra compañía del grupo Abengoa en México ni en ningún otro país”. En la misma línea, el pasado mes de octubre la matriz decidió reorganizar su estructura de acuerdo con las exigencias de sus acreedores para proteger las joyas de la corona. La energética sevillana ha creado dos nuevas sociedades, en el caso de los activos AT3 y Atlatica radicadas en Luxemburgo, de las colgarán todas sus participaciones. Otra mala noticia para Abengoa es el aplazo en el calendario de inyecciones de capital pactado con los acreedores hasta después de Navidad. En concreto, la cifra comprometida para esta semana rondaba los 1.200 millones de euros, que permitirían a Abengoa refinanciar préstamos anteriores y financiar proyectos nuevos o en marcha. Tanto los “hedge funds” como la banca han decidido posponer la inyección de líquido con motivo de los retrasos en la entrega de la documentación del plan de reestructuración. Por otro lado, el juzgado de lo mercantil de Sevilla encargado de llevar el preconcurso de Abengoa debe decidir si admite a trámite varias impugnaciones al acuerdo alcanzado entre la compañía y el 86% de los tenedores de deuda. Las impugnaciones han sido presentadas por la aseguradora Zurich, Exim Bank, un banco de titularidad pública estadounidense, y un grupo de bonistas representado por el despacho Zamora. El riesgo de la admisión reside en la potestad del juez paralizar la liquidez de la eléctrica hasta que las impugnaciones se resuelvan. Los éxitos en el extranjero Tan sólo un día después de que el juez homologara el acuerdo de reestructuración de Abengoa en España, la compañía anunció que su filial británica (Abengoa Concessions Investments) había iniciado la reestructuración de su deuda en Reino Unido. El proceso, conocido allí como Company Voluntary Arrangement (CVA), se inició a principios de noviembre y, tras la convocatoria de dos asambleas de acreedores, se logró finalmente que la deuda emitida en bonos británicos pasase a depender de la legislación española, lo que permitirá agilizar el proceso de reestructuración. Los bonos emitidos bajo normativa británica fueron convertidos en dos fases, una primera que incluía el 75,5% de la deuda, y una segunda, con el 24,5% restante del total. La suma total del pasivo bajo la jurisdicción española asciende a 10.726,9 millones. Por otro lado, el viernes la justicia de Delaware (EEUU) se pronunció a favor del plan de reestructuración de Abengoa en Estados Unidos. El acuerdo alcanzado con los acreedores para la reestructuración de las deudas permitirá a la energética española mantener además el control sobre todas sus filiales y que estás salgan del preconcurso de acreedores (Chapter 11) en el país. El auto hace referencia directa a Abeindsa Holdings, una de las casi doce subsidiarias declaradas en quiebra en Estados Unidos. Abengoa tuvo que abonar además 22 millones de euros a los acreedores que se oponían al plan de viabilidad. En este sentido, el banco suizo UBS recomendó este jueves comprar acciones de Atlántica Yield al estimar un potencial de aumento de su precio superior al 30% sobre el valor actual, hasta el precio objetivo de 24 dólares por título.