El paradigma del sector de la moda ha dado una vuelta de 180 grados. Los retos de hoy poco tienen que ver con los de hace unas décadas. Los mercados maduros y la comunicación unilateral que han caracterizado al sector han quedado atrás. Un cliente conectado y activo y la distribución online son los nuevos […]
Dirigentes Digital
| 21 feb 2017
El paradigma del sector de la moda ha dado una vuelta de 180 grados. Los retos de hoy poco tienen que ver con los de hace unas décadas. Los mercados maduros y la comunicación unilateral que han caracterizado al sector han quedado atrás. Un cliente conectado y activo y la distribución online son los nuevos retos de la moda mundial según el último informe de KPMG “Global Fashion Drivers 2016” en el que han determinado las nuevas tendencias de la industria. Sin embargo, la moda se encuentra inmersa también en un cambio de la economía mundial. Las altas cifras de crecimiento en algunos mercados que tanto atrajeron en las grandes marcas en el pasado ahora se han frenado, el entorno geopolítico se ha tornado incierto y el comercio mundial se ralentiza. Según datos de Euromonitor, en el sector de prendas de vestir el consumo encadena ya cuatro años consecutivos moderando su ascenso. En la pasada década, los llamados BRIC (Brasil, Rusia, India y China) llegaron para salvar a la moda de la crisis económica que había sacudido Europa y Estados Unidos. Crecimientos muy altos en sus economías y una creciente clase media parecían el salvavidas de la industria. Sin embargo, 2015 trajo un cambio de rumbo a los planes de la moda mundial. El mercado brasileño fue el primero en retroceder, y pasó de crecer a más del 7% hasta registrar cifras negativas del 3,8% en 2015 por la caída de las materias primas y la depreciación de la moneda. Similar fue el caso de Rusia, donde el desplome del rublo y la caída del petróleo hicieron que pasase de registrar un crecimiento superior al 8% hasta tocar fondo en 2009 con un retroceso del 7,82%. Y, sobre todo, preocupa el caso de China. Después de haber crecido a doble dígito durante cinco años seguidos y recuperar esas cifras en 2010, el país ha frenado su crecimiento hasta el 6,9% de 2015, su menor cifra en 25 años. Desde KPMG apuntan a que la falta de transparencia política, la corrupción o la desigualdad son otros de los factores que han perjudicado a la permanencia de las grandes marcas de moda en el país asiático. India es, según KPMG, el único BRIC que mantiene cierto atractivo aunque es el menos explotado hasta el momento por la industria de la moda. El país cuenta con una población de unas 1.300 millones de personas y una clase media creciente; además, ha reducido sus restricciones a la inversión extranjera en los últimos años. Sin embargo, KPMG advierte de que aún depende mucho de las inversiones extranjeras y carece de recursos energéticos suficientes. Además, cuenta con un déficit exterior alto y un alto endeudamiento a lo que se suman ciertos problemas estructurales: malas infraestructuras, exceso de burocracia… que hacen del país “un mercado todavía complejo para el retail”. Nuevos mercados Según el informe, en 2015 el 11% de las empresas de moda redujeron posiciones en los mercados BRIC, sobre todo en Brasil y Rusia. En cambio sí que se siguió apostando por China, aunque con un cambio de estrategia en el que las compañías han tenido que racionalizar su red de tiendas. Por ejemplo, C&A anunció que cerraría en torno a medio centenar de tiendas en Brasil en 2015. Otras marcas, como Topshop, incluso se marcharon del país. En Rusia la dinámica ha sido parecida. Adidas, por ejemplo, cerró en 2015 200 de las casi 1.000 tiendas en el país. Desigual decidió no continuar en Rusia y cerró todos sus establecimientos. La crisis de los BRIC obligó a las empresas de la moda a reorganizar su expansión en el extranjero y a diversificar su riesgo en la apuesta por nuevos países que, hasta ahora, estaban fuera del mapa del sector. KPMG nombra, por ejemplo, a los mercados africanos o a Latinoamérica, donde la inestabilidad de Brasil ha potenciado la apuesta de la industria por Chile o Perú.