La capacidad normativa sobre algunos tributos y la cesión completa de otros da a las Comunidades Autónomas la oportunidad de cuadrar sus cuentas por la vía de los ingresos. Sin embargo, las promesas electorales se enfrentan a la realidad de cumplir unos límites de gasto y unos objetivos de déficit que en ocasiones conllevan incrementar […]
Dirigentes Digital
| 01 mar 2017
La capacidad normativa sobre algunos tributos y la cesión completa de otros da a las Comunidades Autónomas la oportunidad de cuadrar sus cuentas por la vía de los ingresos. Sin embargo, las promesas electorales se enfrentan a la realidad de cumplir unos límites de gasto y unos objetivos de déficit que en ocasiones conllevan incrementar la presión por la vía recaudatoria. Entre 2016 y 2017, las únicas regiones que subieron sus tributos propios fueron las gobernadas por alianzas de izquierdas: Castilla-La Mancha (PSOE-Podemos), Extremadura (PSOE-Podemos) y Comunidad Valenciana (PSOE-Compromís-Podemos). En el otro extremo, el tándem PSOE-IU rebajó el tributo sobre sucesiones en el Principado de Asturias, mientras que el PP y Ciudadanos hicieron lo mismo, incluyendo donaciones, en Murcia, según el informe “Panorama de la fiscalidad autonómica y foral 2017” del Registro de asesores fiscales del Consejo General de Economistas (REAF). En este sentido, el documento concluye que de cara a la reforma en el sistema de financiación autonómico, las modificaciones deben incidir especialmente en los impuestos cedidos a las CCAA. El peso de estos ha ido menguando a lo largo del tiempo, hasta suponer en media el 2,29% de los ingresos tributarios de estas administraciones, además de generar profundas desigualdades entre regiones y tener un impacto muy limitado sobre los contribuyentes. Actualmente existe un total de 79 impuestos cedidos por el Estado, aunque son el IRPF (35,7%), el IVA (31,62%) y los impuestos especiales (16,04%) los que más aportan a las arcas regionales. En total, estos recursos supusieron hasta el 83,36% de los ingresos autonómicos en 2015. Estas son las principales novedades en fiscalidad autonómica de cara a este ejercicio: Principado de Asturias: la región gobernada por la coalición PSOE-IU ha modificado las reducciones y bonificaciones del impuesto sobre sucesiones. En concreto, se modifica la reducción por parentesco hasta los 200.000 euros para los grupos I y II, antes se aplicaban las bases estatales. Con esta reforma, los sucesores del grupo I ( descendientes y adoptados menores de 21 años) no tributan o pagan importes simbólicos, mientras que en el grupo II (cónyuges, descendientes, ascendientes y adoptados de más de 21 años) no se gravan las herencias si la base imponible no supera los 200.000 euros y se aplica una tarifa del 21,25% al 36,5% a partir de este tramo. Por otro lado, se suprime la bonificación del 100% para las personas del grupo II no discapacitadas con base igual o inferior a 150.000 euros. Castilla-La Mancha: la Comunidad liderada por el Partido Socialista en coalición con Podemos ha modificado las bonificaciones tanto en sucesiones como en donaciones. En el caso de las herencias, la bonificación general para los grupos I y II antes era del 95%, desde el 1 de junio entraron en vigor nuevos tipos de entre el 100% y el 80% en función de la base liquidable (80% a partir de los 300.000 euros). Sobre las donaciones ‘inter vivos’ se ha aplicado el mismo cambio, la bonificación general era del 95% y se ha escalonado en tipos de entre el 95% y el 85% en función de la base liquidable. Extremadura: el tándem PSOE-Podemos ha suprimido la bonificación que regulaba las donaciones en los mismos términos que las sucesiones, que suponía la aplicación de tipos de entre el 99% y el 90% para las bases de menos de 600.000 euros. Además, se ha fijado el mínimo exento del impuesto sobre el patrimonio en 500.000 euros, frente a los 700.000 anteriores, coincidiendo con la referencia estatal. También se han modificado los mínimo exentos para las personas discapacitadas. Murcia: la Comunidad gobernada por el PP y Ciudadanos ha aumentado las bonificaciones en 10 puntos aplicables al Grupo II, pasando del 50% al 60% tanto donaciones como en sucesiones. En el caso de los sujetos pasivos integrantes de una familia numerosa especial alcanza el 99%. Comunidad Valenciana: la región dirigida por la coalición PSOE-Podemos-Compromís ha aprobado una escala más progresiva de cara al IRPF, que va del 10% al 25,5%, lo que penaliza a las rentas más altas y reduce la carga de las más bajas. Además, ha incrementado las deducciones por instalaciones de autoconsumo de energía eléctrica, por obras realizadas en la vivienda habitual o por la adquisición de abonos culturales de empresas. Sin embargo, la modificación de sucesiones y donaciones no ha sido tan beneficiosa para el contribuyente, se ha reducido del 75% al 50% la bonificación del grupo II en el caso de las herencias y se ha eliminado la del 75% tipificada para grupos I, II y discapacitados. Por otro lado, se ha reducido el requisito del importe mínimo de patrimonio preexistente a 600.000 euros para aplicar la reducción por parentesco (antes eran 2 millones).