El Observatorio Financiero del Consejo General de Economistas (CGE) ha hecho sus previsiones para 2017, y entre ellas, la que más sorprende es la apuesta por la banca en Bolsa. Las expectativas de que estemos al final de la era de tipos cero y los fuertes descuentos con los que todavía cotizan la gran mayoría […]
Dirigentes Digital
| 06 mar 2017
El Observatorio Financiero del Consejo General de Economistas (CGE) ha hecho sus previsiones para 2017, y entre ellas, la que más sorprende es la apuesta por la banca en Bolsa. Las expectativas de que estemos al final de la era de tipos cero y los fuertes descuentos con los que todavía cotizan la gran mayoría de bancos españoles son los principales motivos que apoyan este razonamiento. En la misma línea, la agencia de calificación Fitch lleva observando un “fortalecimiento” de los rating en el sector bancario desde mediados de 2013, lo que atribuyen al cumplimiento por parte de estos de los requisitos de capital y liquidez impuestos como consecuencia de la crisis económica. El año 2016 fue complicado para la banca nacional y europea, con unos tipos de interés artificialmente bajos por las políticas expansivas del BCE que han lastrado las cuentas de resultados de las principales entidades. El estallido de la burbuja financiera debilitó también a un sector interconectado y con un alto potencial de contagio. Desde Fitch observaron que el volumen de ratings ‘A’ o ‘AAA’ relativos a las entidades de crédito, que históricamente han concentrado la mayor cuota, disminuyó del 53% al 39% durante la recesión. En concreto, el CGE achaca el atraso de la banca española respecto a sus vecinos europeos a que las comisiones no llegaron a alcanzar el peso en los beneficios que pueden tener en las entidades comunitarias por el efecto de la competencia. Sin embargo, desde septiembre se ha observado un incremento general en las cotizaciones de estas entidades, bajo el paraguas de la futuras subidas de tipos (el BCE las ha descartado hasta finales de 2018), y que se refleja en la subida de rentabilidades de la deuda. Desde la institución señalan que todos estos factores han influido además en que “el mercado pase por alto la sentencia europea por las cláusulas suelo, los litigios en favor de la clientela y la amenaza seria de la competencia no bancaria”. Por su parte, Fitch se muestra más cauto sobre el posible impacto de esta situación en los balances de la banca española. En su último informe, destaca la fortaleza de los bancos españoles pese al aumento de gastos extraordinarios, la devolución de dichas cláusulas y la implementación de la nueva circular del Banco de España sobre clasificaciones de préstamos y provisiones, pero añade que el coste final de estos “es incierto”. Desde el CGE señalan que el reto está en que la banca justifique esas previsiones al alza con beneficios, en línea con el crecimiento económico de España y la caída en las tasas de morosidad. También advierte de la existencia de algunos factores exógenos, como el Brexit, Trump, México o Brásil, que podrían influir en aquellas entidades con un alto grado de exposición internacional. En la agencia Fitch señalan que, a pesar de la recuperación en las calificaciones hasta niveles pre crisis, la tendencia se empeoró ligeramente a finales de 2016, cuando un 11% de las perspectivas de ratios para instituciones financieras eran negativas, aunque aclara que se debe en gran medida a los mercados emergentes. Según el Consejo, no es “descabellado” apostar por la banca en 2017, teniendo en cuenta el proceso de reconversión en el que las entidades están inmersas, que junto a la transformación digital emprendida, aseguran una caída de los costes y su posterior repercusión en los resultados. El sector también mira con optimismo al futuro, al esperar un incremento de la demanda de crédito tanto en el segmento empresas como en los préstamos hipotecarios, los grupos más dañados durante la crisis, según la “Encuesta de préstamos bancarios de enero de 2017” publicada por el Banco de España.