En el marco de economía global en el que vivimos, a diario se prestan servicios entre empresas de distintos países. En estas negociaciones internacionales, la forma de pago es uno de los principales factores a tener en cuenta. ¿Cuál es el método de pago más rápido? ¿Qué coste tiene cada sistema? ¿Cuál es el más […]
Dirigentes Digital
| 06 abr 2017
En el marco de economía global en el que vivimos, a diario se prestan servicios entre empresas de distintos países. En estas negociaciones internacionales, la forma de pago es uno de los principales factores a tener en cuenta. ¿Cuál es el método de pago más rápido? ¿Qué coste tiene cada sistema? ¿Cuál es el más apropiado en cada caso? ¿Cómo ayuda la tecnología en estas operaciones? Desde TransferZero explican que la elección del método de pago está, en gran parte, condicionada por el conocimiento y confianza existente entre comprador y vendedor, la frecuencia de operaciones entre los mismos, los términos de la negociación a la que han llegado cada una de las empresas involucradas y la normativa legal y fiscal de cada país. Tradicionalmente, las formas de pago más habituales para abonar las facturas internacionales han sido las transferencias bancarias, cheques, cartas de crédito o cobranzas documentarias. Métodos que requieren de la intervención de una entidad bancaria, y que supone, por tanto, el pago de comisiones en función del tipo de transacción que se realice, además del coste por el posible cambio de divisa aplicado en la operación. El auge de las nuevas tecnologías y la transformación digital han supuesto el nacimiento de alternativas que permiten realizar los pagos de facturas internacionales de forma rápida y segura. Algunos de ellos permiten, además, pagar las facturas sin un gran coste por el uso de este servicio, por lo que a la hora de elegir una determinada plataforma hay que tener en cuenta algunos factores: • Posibilidad de transacciones online: Tener la oportunidad de realizar el pago a golpe de clic, desde cualquier dispositivo y momento del día, permite a las empresas contar con una mayor flexibilidad y organización en la gestión de las facturas. • Ahorro por operaciones autónomas: Las empresas tienen la opción de realizar las operaciones de forma independiente y sin necesidad de intermediarios, reduciendo así el coste de las comisiones. La transacción se realiza a través de un sistema P2P en el que no hay movimiento internacional de fondos. • Transparencia en las transacciones: El emisor del pago debe disponer de toda la información de las diferentes opciones con las que puede abonar una factura. Entre las más comunes se encuentran: pago doméstico o P2P -en el que no hay mediación de intermediarios y en el que el cliente siempre tiene la garantía de que va a recibir el 100% del montante enviado a su beneficiario – o Swift -basado en el sistema internacional de mensajería interbancario con posibles intermediarios y comisiones-. Además, de la forma de pago, es importante que la empresa conozca de antemano el coste de la operación y el estado continuo de la misma. • Conocimiento previo de la tasa de cambio de divisa: Antes de emitir el pago de la factura, es fundamental saber la tasa de cambio de divisa aplicada y las opciones de cambio que se pueden utilizar. Hay dos fundamentales: spot (al contado) o forward (seguro de cambio ). • Ahorro de comisiones: En el servicio de pago de facturas online, el número de intermediarios es menor al de los tradicionales sistemas de transacciones internacionales. Por tanto, las comisiones también se reducen. Antes de realizar el pago, es aconsejable comprobar el posible coste de comisiones, para estar seguros de que es menor al que suelen aplicar las entidades bancarias o empresas de giro internacional. • Tecnología segura: Uno de los aspectos fundamentales para enviar dinero a otros países es la seguridad. Antes de seleccionar una plataforma digital para realizar la transacción, es conveniente tener en cuenta quién y donde se regula el servicio, cómo están estructuradas las cuentas y si la plataforma cuenta con tecnología que garantice la seguridad en los pagos. • Rapidez: Para realizar las transacciones internacionales online, basta con un registro sencillo y rápido en la plataforma que ofrece este servicio. La efectividad de la operación también suele ser rápida, en un plazo de uno a tres días, en función de la opción de pago seleccionada. • Atención 24/7: Al tratarse de un servicio online, la resolución de dudas ha de estar disponible en cualquier momento del día, para resolver cualquier cuestión que surja en cualquier momento del día.