Los dos aplazamientos que Toshiba había necesitado para sacar sus cuentas de los primeros nueve meses de su año fiscal dejaban entrever que la compañía no había podido digerir los continuos problemas y escándalos financieros de los últimos años. Así es, Toshiba perdió 4.537 millones de euros en este periodo, un 15% más que en […]
Dirigentes Digital
| 11 abr 2017
Los dos aplazamientos que Toshiba había necesitado para sacar sus cuentas de los primeros nueve meses de su año fiscal dejaban entrever que la compañía no había podido digerir los continuos problemas y escándalos financieros de los últimos años. Así es, Toshiba perdió 4.537 millones de euros en este periodo, un 15% más que en los mismos meses del año anterior. Las perdidas operativas de la compañía ascendieron a 4.911 millones de euros, más del doble de las pérdidas reportadas por el fabricante japonés el año anterior. En el tercer trimestre de su año fiscal, Toshiba perdió 6.104 millones de euros. En un comunicado emitido este martes, la empresa ha atribuido estas cuantiosas pérdidas experimentadas entre abril y diciembre del pasado año a la amortización de activos por valor de 6.104 millones de euros de su negocio nuclear en Estados Unidos. Toshiba se vio obligado a declarar en suspensión de pagos su filial estadounidense de energía nuclear, Westinghouse Electric Company, de la que controlaba el 87% del capital social. La situación de la cuenta financiera de Toshiba es tan preocupante que hasta la propia empresa se ha cuestionado su viabilidad. El patrimonio consolidado de los accionistas de Toshiba a diciembre de 2016 ascendía a 1.922 millones de euros, con activos consolidados por valor de 255 millones. Las cuentas no salen, ya que la deuda a corto y largo plazo de la compañía asciende a 11.830 millones de euros. A todo esto se suma que, la decisión de la compañía de publicar sus cuentas sin contar con el aval de su auditor, PricewaterhouseCoopers Aarata, abre la puerta a que el gestor de la Bolsa de Tokio decida excluir las acciones de la compañía de negociación. Según ha informado Bloomberg, la compañía ya ha puesto en marcha la venta de su negocio más rentable, la fabricación de chips de memoria flash. Esta división sería la única por la que se pagaría tanto dinero como para rescatar al gigante tecnológico. De hecho, la firma taiwanesa Foxconn (fabricante del iPhone) sería la primera compañía que puja por ella, por la que está dispuesto a pagar más de 25.000 millones de euros.