Pocos meses después de que Banco Popular iniciase la que fue su tercera ampliación de capital, por 2.500 millones, el nuevo presidente del grupo, Emilio Saracho, ha admitido que el banco necesita aumentar de nuevo el capital. De ser así, Popular iniciaría la cuarta ampliación desde el inicio de la crisis. “Parece que el pronóstico […]
Dirigentes Digital
| 10 abr 2017
Pocos meses después de que Banco Popular iniciase la que fue su tercera ampliación de capital, por 2.500 millones, el nuevo presidente del grupo, Emilio Saracho, ha admitido que el banco necesita aumentar de nuevo el capital. De ser así, Popular iniciaría la cuarta ampliación desde el inicio de la crisis. “Parece que el pronóstico general es unánime, estamos abocados a aumentar capital para continuar hacia adelante”, ha declarado Saracho durante la Junta de Accionistas. Igualmente, Saracho no descarta la venta como otra opción para superar las “dificultades” de la entidad. Según informa Reuters, el presidente de Popular ha declarado que quiere que el banco siga siendo independiente, aunque no ha descartado que tenga que embarcarse en operaciones de fusiones y adquisiciones. Para él, la venta del grupo será una opción a considerar “siempre que se reconozca el valor intrínseco de Popular y genere valor al accionista”. “En definitiva contemplamos un escenario en el que bajo las condiciones adecuadas podríamos acudir de nuevo al mercado y pedir a los inversores capital adicional o eventualmente podríamos participar en una ronda de consolidación”, ha añadido Saracho. El presidente de Popular se ha referido a que “se da la paradoja de que nos encontramos en este momento casi con el capital más alto de nuestra historia pero, no obstante, las cada vez más elevadas exigencias regulatorias hacen que resulte suficiente pero ajustado”. Saracho ha sintetizado la trayectoria del banco desde 2007: “Popular ha aguantado la crisis, casi una década, sin ayuda externa alguna, ha absorbido fuertes provisiones, vendido negocios y acudido a sus accionistas en tres ocasiones, ha contribuido a la consolidación del sector, adquiriendo Banco Pastor y Citibank España, ha hecho frente a sus responsabilidades sociales y es rentable en su negocio principal”. Emilio Saracho ha recalcado que “contamos con la opción de seguir una estrategia clara: la de concentrar todos nuestros esfuerzos en las fortalezas esenciales de nuestra marca, en el único mercado en el que tenemos masa crítica y relevancia, y aprovechar la ventaja competitiva que nos proporciona nuestro posicionamiento en Pymes y Banca Personal. Esto implica desinvertir de aquellos negocios en los que no contamos con las suficientes capacidades o recursos para competir tanto geográfica como verticalmente. Lo haremos de forma clara sin dilación, creando cohesión, foco y primando la simplificación”. Para todo ello, el presidente de Popular ha apuntado que “necesitaré tiempo, pero no mucho. Popular es un banco con una franquicia valiosa, cercana y accesible y con unas capacidades para extender servicios financieros de calidad probada y reconocida a individuos y empresas, basada en un modelo de negocio eficiente y rentable durante muchos años. En ningún caso puedo imaginar la desaparición de Banco Popular”. El banco perdió 3.486 millones de euros en el ejercicio de 2016 tras iniciar el pasado verano la ampliación de 2.500 millones de euros.