El Círculo de Empresarios ha analizado las principales líneas de actuación de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) de cara a 2017. La organización pone el foco en las previsiones de ingresos, principal herramienta para controlar el déficit, que se presentan más “optimistas” que nunca, a pesar del fiasco tras la ejecución de 2016. Las […]
Dirigentes Digital
| 25 abr 2017
El Círculo de Empresarios ha analizado las principales líneas de actuación de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) de cara a 2017. La organización pone el foco en las previsiones de ingresos, principal herramienta para controlar el déficit, que se presentan más “optimistas” que nunca, a pesar del fiasco tras la ejecución de 2016. Las desviaciones del Ejecutivo en sus estimaciones de recaudación son una constante en las cuentas públicas: el año pasado, el desequilibrio en el grupo ingresos tributarios y cotizaciones sociales superó los 20.000 millones de euros, donde sólo el IVA se salvó superando las previsiones. El informe del Círculo destaca que “el Gobierno vuelve a fiar la consecución del objetivo de déficit al ciclo económico apoyado en un significativo avance de la recaudación, por lo que estará condicionado a que se cumplan sus optimistas estimaciones”. El Gobierno de Mariano Rajoy ha establecido para 2017 un objetivo de déficit público del 3,1%, 1,23 puntos inferior al registrado en 2016. El 76% del ajuste correrá a cargo de la Administración Central, con un objetivo del 1,1% frente al 2,52% del ejercicio anterior. Por su parte, la Seguridad Social contará con el mayor desequilibrio de todas las administraciones, con un déficit del 1,4%, tan sólo 0,2 puntos inferior al de 2016. Las Comunidades Autónomas tienen como tarea reducir su saldo negativo del 0,82% al 0,6%, mientras que los Ayuntamientos ya registran superávit. En este sentido, las previsiones de crecimiento para el conjunto de los ingresos tributarios son del 7,9%, frente a un incremento del PIB nominal del 4,1%. Es decir, por cada punto porcentual que crezca el PIB se espera un incremento de dos puntos en los ingresos. La organización matiza en su informe que, tradicionalmente, ambas variables aumentan en tasas similares dada su tasa de elasticidad (en torno a 1). En 2016, los ingresos alcanzaron los 186.249 millones, un 2,5% más que en 2015, pero un 4% (7.271 millones) sobre lo presupuestado, lo que equivale al gasto conjunto en Justicia y Fomento del Empleo. Por impuestos, se espera que la recaudación por IRPF crezca en un 7,7%, por lo que sería 77 veces superior a la variación de 2016, cuando se estimo un avance del 5,5% y sólo se alcanzó el 0,1%. En la misma línea, se espera que en el Impuesto sobre Sociedades los ingresos aumenten un 12,6%, es decir, una tasa 2,3 veces mayor que la de 2016 y 24 veces por encima del promedio entre 2012-2016. Respecto al IVA, se prevé un incremento del 7,3% en la recaudación, frente al 4,2% de 2016. Los ingresos por cotizaciones fueron los que más se desviaron, con un descenso del 0,5% respecto a 2015, lo que equivale a 14.000 millones menos sobre lo presupuestado. De cara a 2017, se esperan unos ingresos no financieros de 125.966 millones en la Seguridad Social (+2,2%), siendo la aportación de las empresas hasta el 82% del total. En consecuencia, el Círculo de Empresarios sostiene que “una correcta política presupuestaria exige mejorar la previsión de ingresos”. En este sentido, añade que el crecimiento de la recaudación debe basarse en una reforma tributaria integral, más que en estimaciones optimistas en función del ciclo. El objetivo del Gobierno debe ser aumentar la efectividad del sistema, con la vista puesta en situar los ingresos en torno al 40% del PIB para 2020.