El gobernador del Banco de España (BdE), Luis de Linde, ha hecho especial hincapié en el envejecimiento de la población como reto que “enmarca a todos los demás a largo plazo”. En su discurso frente a la Comisión de Economía y Competitividad del Congreso, el dirigente de la institución ha recordado que en España se […]
Dirigentes Digital
| 20 jun 2017
El gobernador del Banco de España (BdE), Luis de Linde, ha hecho especial hincapié en el envejecimiento de la población como reto que “enmarca a todos los demás a largo plazo”. En su discurso frente a la Comisión de Economía y Competitividad del Congreso, el dirigente de la institución ha recordado que en España se ha pasado de una tasa de mayores de 65 años cercana al 10% en 1970, a una del 21% en la actualidad. Además, el INE predice que, en quince años, más de una cuarta parte de los residentes en nuestro país superarán ese margen. Linde ha destacado dos aspectos negativos de esta tendencia: la reducción del número de personas dispuestas a trabajar y a buscar empleo y los efectos negativo sobre la productividad, el ahorro, la inversión y la innovación. Como soluciones, el gobernador del organismo propone un mayor uso del factor trabajo, recuperando las tasas de empleo previas a la crisis, y el incremento de la productividad mediante mejoras en el sistema educativo y el fomento de la acumulación de capital tecnológico. Por otro lado, Linde ha señalado que los altos niveles de endeudamiento público son otro problema añadido que puede repercutir a medio plazo sobre la financiación del gasto social. Además de la racionalización del gasto, propone también una revisión de las principales figuras impositivas. El supervisor ha destacado que los niveles de ingresos en España siguen siendo inferiores a la media de la Eurozona, sobre todo en relación a la imposición indirecta, por lo que propone nuevas subidas de los impuesto medioambientales y especiales. En la misma línea, ha puntualizado que el envejecimiento de la población está presionando al alza partidas como la de sanidad y la de pensiones. Las reformas hasta ahora introducidas (retraso edad de jubilación, el factor de sostenibilidad, etc.) han servido para garantizar la sostenibilidad del sistema. Sin embargo, Linde ha advertido de que “sin un incremento de los ingresos, el mecanismo de ajuste descansará principalmente sobre una disminución de la pensión media con respecto al salario medio”. Como solución aboga por establecer una “tasa de sustitución objetivo” a partir de la cual adecuar los ingresos del sistema.