Tras la recesión económica, el consumo privado en España vuelve a la senda del crecimiento. Entre 2014 y 2015 el consumo creció un 2,30% tras haberse reducido cerca de un 4% en los años más duros de la crisis (2008-2013). Desde el Banco de España, en su informe “La recuperación del consumo privado en España […]
Dirigentes Digital
| 20 jun 2017
Tras la recesión económica, el consumo privado en España vuelve a la senda del crecimiento. Entre 2014 y 2015 el consumo creció un 2,30% tras haberse reducido cerca de un 4% en los años más duros de la crisis (2008-2013). Desde el Banco de España, en su informe “La recuperación del consumo privado en España por tipo de producto y hogar”, atribuyen esta mejora del consumo a la actual “fase de fuerte creación de empleo”. Y es que “es probable que [la caída del paro] haya sido percibido por los hogares como una señal de que la probabilidad de perder el empleo habría disminuido”, lo que les lleva a estar más confiados y a no ahorrar tanto por miedo a necesitarlo. Al mismo tiempo, han mejorado las perspectivas de los desempleados de encontrar un empleo.
Este aumento del empleo se traduce en una recuperación de las rentas que, a su vez, ha llevado a un crecimiento más intenso del consumo. Además, según el Banco de España, la mejora en las condiciones financieras ha incentivado el consumo de los hogares a través tanto de los bajos niveles del coste del crédito como de la mejora en las condiciones de acceso a él.
Durante los años de crisis, el ajuste en el consumo privado español recayó inicialmente sobre todo en los bienes duraderos (electrodomésticos, vehículos, ropa y calzado…), que se redujo en un 6% entre 2008 y 2013. Tras unos años de caída en el consumo de estos productos, “se habría acumulado una necesidad de compras de bienes duraderos” que se está traduciendo ahora, en plena recuperación, en una mejora en su consumo.
Entre 2002 y 2015 la categoría con más peso en el total del consumo privado de los españoles fue bienes y servicios no duraderos no esenciales, que supuso el 43,5% del total. Los bienes de primera necesidad, los no ajustables (vivienda, agua, electricidad…) y los duraderos representaron un 18%, un 23% y un 15%, respectivamente. Todos los bienes que analiza el Banco de España han mejorado sus cifras de consumo salvo los bienes no ajustables, que caen un 1,61% entre 2014 y 2015.