Según ha informado ACS a la CNMV, el beneficio bruto de explotación (ebitda) alcanzó los 2.409 millones de euros, lo que representa un descenso del 5,6 %, debido a la desinversión de los activos de energía renovable realizada en el primer trimestre del ejercicio. Las ventas ascendieron a 34.925 millones de euros, un 0,1 % más que en el año anterior, de los que el 83,2 % proviene de la actividad internacional y el 16,8 %, de la de España.
En cuanto a su beneficio neto, alcanza los 725 milones de euros mientras los analistas consultados por Reuters esperaban 740 millones.
Destaca el crecimiento en América del Norte, que ha permitido a ACS aumentar la facturación en este mercado, que ya representa el 40% de las ventas. Europa aporta un 25%, Australia un 17%, Asia un 11%, América del Sur un 6% y África un 1%. ACS ha reducido un 30 % la deuda neta, hasta situarla en los 2.624 millones de euros, equivalente a 1,09 veces el ebitda de 2015.
La cartera a finales de 2015 ascendía a 67.072 millones de euros, mostrando un crecimiento del 5% respecto a diciembre de 2014, "gracias a la fuerte contratación del Grupo en Estados Unidos, Canadá y Australia, y manteniendo una distribución geográfica similar a las ventas", según informa la empresa.
Por su parte, las inversiones netas en 2015 alcanzaron 393 millones de euros, desglosadas en unas inversiones totales de 2.228 millones de euros y unas desinversiones que ascendieron a 1.835 millones de euros.
"Esta sólida situación financiera ha permitido al Grupo mantener una atractiva política de retribución al accionista en el año 2015, habiendo destinado 851 millones de euros al pago de dividendos y a la adquisición de acciones propias, tanto por parte de ACS para su programa de dividendo flexible como por parte de Hochtief en su plan de compra de autocartera", indica la empresa.
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