Un hombre capaz de tomar las riendas de su vida y hacer lo que le apetece en cada momento. Así se define Miguel Freijo, fundador de la escuela de música Havana Music. El Camino de Santiago fue el punto de partida que animó a este madrileño a dejar su trabajo como bróker en Londres para […]
Dirigentes Digital
| 20 ene 2018
Un hombre capaz de tomar las riendas de su vida y hacer lo que le apetece en cada momento. Así se define Miguel Freijo, fundador de la escuela de música Havana Music. El Camino de Santiago fue el punto de partida que animó a este madrileño a dejar su trabajo como bróker en Londres para dedicarse a la música en Cuba. Con tan solo una página web y un par de claves y maracas fue capaz de fundar este proyecto pensado en un principio para orientar a todos aquellos viajeros que llegaban a la capital de la isla con interés de recibir clases musicales. Casi cuatro años después de impulsar este proyecto, en su entrevista a Dirigentes confiesa que lo único que echa de menos de su vida anterior son los antiguos compañeros de trabajo con los que aprendió muchísimo. La clave de su éxito: “ir ligero de equipaje te hace llegar muy lejos”. Tu punto de inflexión fue el Camino de Santiago, ¿qué factores condujeron a querer cambiar de vida? Mi trabajo me comenzó a aburrir. Hasta ese momento siempre me habían motivado mucho los mercados financieros, la bolsa, los productos derivados, la gestión de patrimonios, pero me di cuenta de que tenía otras capacidades que no estaba aprovechando. Y lo peor de todo es que ese trabajo no me permitía tener tiempo para mí y para desarrollar otras actividades que me empezaban a interesar. ¿Qué pueden encontrar los clientes en Havana Music? Havana Music School, que arrancó en 2014, ofrece a todo aquel viajero interesado en la música cubana, una experiencia musical única. No solo disponemos de clases de cualquier instrumento (incluso de canto) con los mejores maestros cubanos, también organizamos ensembles donde todo aquel interesado puede tocar junto con músicos cubanos. Quizá ese sea uno de los momentos más emocionantes del viaje. Aunque en principio la idea era crear una página web para orientar a todos aquellos viajeros que llegaban a La Habana con interés de dar clases de música, percusión o baile, ahora nuestras experiencias también permiten vivir junto al músico cubano cómo son los instantes previos antes de subir al escenario, cómo son las pruebas de sonido y los códigos que utilizan los músicos para comunicarse en el escenario. Nuestro objetivo es que el viajero sea parte del escenario y no del público. ¿Qué tiene de especial esta iniciativa? Son vivencias diferentes a los tradicionales viajes a Cuba donde las playas eran la parte más importante. Nosotros también incluimos algún día de playa, pero la parte más importante es vivir y experimentar toda la increíble oferta cultural que tiene esta maravillosa isla. Uno de los principales problemas que presenta la isla es el limitado acceso a Internet, ¿cuál es el precio de una hora de conexión? Se ha trabajado mucho en ese sentido y con gran éxito. Las cosas han mejorado mucho durante los últimos años. Hoy en día se puede acceder a Internet desde muchísimos lugares y el precio por hora de conexión se ha reducido de seis pesos convertibles a un peso, es decir, ha pasado de costar cinco euros a 0,80 euros por sesenta minutos. Todos los inicios son difíciles, ¿cuál fue el momento más duro que recuerdas? Mas que difícil, lleno de incertidumbres. Yo sabía bien cómo cruzar una operación de bonos de millones de euros, pero nunca me había subido a un escenario a tocar música, ¡y menos en La Habana! Tuve la inmensa suerte de que mis padres me enviaron a solfeo cuando tenía 7 años. Esos conocimientos quedan para toda la vida. Nunca toqué ningún instrumento, pero cuando con 28 años quise retomar la música, ya sabía leer partituras y eso facilitó todo. Quizá compartir escenario con músicos cubanos haya sido de los momentos más bonitos. ¿Qué oportunidades de inversión presenta este país? Muchas. Quizá una de las economías con mayor capacidad de crecimiento durante la próxima década. ¿Volverías a España? Si claro, ¡voy cada año! Aunque siempre con billete de regreso a Cuba. Este año la vuelta ha sido incluso más especial, pues “Gente que brilla” me ha dado la oportunidad de compartir con el resto mi historia, de forma que todos aquellos que estén pensando dar un giro a sus vidas lo hagan, porque realmente merece la pena. ¿Perspectivas para los próximos años de Havana music? Queremos integrarnos más con los proyectos comunitarios que actualmente existen en La Habana y llevar la música a cada rincón de esta isla. Como ya dijo José Martí: “la música es la más bella forma de lo bello”.